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Emite la Comisión de Derechos Humanos de Quintana Roo su postura respecto al concurso “Miss Chiquitita 2016” celebrada en Othón P. Blanco:
En la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo, nos pronunciamos a favor de cuidar la integridad de las niñas y los niños de manera general, y de manera particular por las menores que participen en el Concurso Infantil de Modelaje y Talento “Miss Chiquitita 2016” que promociona el H. Ayuntamiento de Othón P. Blanco.
Si bien se observa que este concurso trata de incentivar el cuidado del medio ambiente mediante el reciclaje para la confección de trajes, además de fomentar la identidad cultural, preocupa que en la promoción del concurso de “Miss Chiquitita 2016” se utilice la imagen hipersexualizada de una menor.
De acuerdo a lo estipulado por la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, en su artículo 37 fracción III las autoridades, incluyendo las municipales, deberán garantizar la igualdad sustantiva implementando acciones específicas para alcanzar la eliminación de costumbres, tradiciones, prejuicios, roles y estereotipos sexistas o de cualquier otra índole que estén basadas en la idea de inferioridad.
Por tanto este pronunciamiento va dirigido a las autoridades involucradas en la organización y promoción del evento referido, así como las madres y los padres de las menores y la sociedad en su conjunto, para que sean responsables con la preservación del cuidado de la imagen corporal de las niñas, así como el derecho a la integridad personal.
La hipersexualización, es una referencia utilizada en los últimos años para señalar la representación de un niño o niña como una especie de adulto sexual en miniatura, ya sea a través de vestimenta o actitudes que incidan en esa imagen. La hipersexualización podría considerarse como una forma de violencia de género pues fomenta los estereotipos, en el que se refuerza la imagen de la mujer como objeto sexual y que además pudiera conllevar a problemas de salud física y mental como la anorexia, bulimia y que en extremo podría fomentar la explotación laboral y sexual.
El llamado es también para que las actividades recreativas y su publicidad, no se presten a este tipo de estereotipos y que por el contrario, erradiquen prácticas que violenten los derechos de las niñas y las mujeres.
Si bien las niñas y los niños tienen derecho a participar en actividades culturales, deportivas y de otras índoles, se debe tomar conciencia en el tipo de imagen que queremos promocionar de nuestra niñez y así garantizar el interés superior de las niñas y los niños.
