lunes , 6 mayo 2024
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De Xenses a Xibalbá

Grupo Xcaret y las puertas del inframundo

Antonio Salgado Borge (*)

Fuente: Diario de Yucatán

Xibalbá es el nombre que en la mitología maya se daba al inframundo; un sitio dominado por dos jueces supremos: el dios de la enfermedad y el dios de la muerte. Xibalbá es, también, el nombre que Grupo Xcaret eligió para el parque que inaugurará en Valladolid este año.

Esta semana, el doctor Miguel Ángel Luna Calvo expuso, con dolorosos detalles, cómo Grupo Xcaret le llevó a conocer un muy real inframundo. Leonardo, su hijo de 13 años, falleció al ser succionado por un filtro de agua hacia a una cisterna en Xenses, uno de los parques operados por este grupo en Quintana Roo.

Para el doctor Luna Calvo y para su familia, esta pérdida es irreparable. La muerte de Leo es indignante, inadmisible y ha generado, con toda razón, una fuerte oleada de reclamos. Nadie debería pasar por este infierno.

Pero ha sido lo ocurrido tras la muerte de Leo lo que ha permitido mirar, a través de los ojos del doctor Luna, al interior de un inframundo desconocido para muchas personas. Analizar lo ocurrido es particularmente relevante para los yucatecos, si queremos evitar que las condiciones del inframundo expuesto tras la muerte de Leo se materialicen este año en nuestro estado.

Las puertas del inframundo

El doctor Luna Calvo se percató inmediatamente de la ausencia de Leo. Entonces vio que había una succión de agua de medio metro. Se introdujo y apareció en una cisterna de metro y medio. En el fondo, con una de sus puertas atrapadas en un respirador de agua estaba Leo. Como pudo, al borde del ahogamiento, el doctor liberó a su hijo y lo sacó a la superficie.

Momentos después, llegaron los paramédicos del parque. Pero, de acuerdo con el doctor Luna, lo hicieron “sin ningún tipo de equipo, yo les pedí un respirador, un ventilador manual y no había nada” (“Aristegui Noticias”, 02/04/2021). Desesperado, el padre de Leo, médico cardiólogo e internista, tuvo que tomar control de la situación para intentar salvar a su hijo. La ambulancia del parque llegó al sitio, pero tampoco tenía el equipo básico para lidiar con este tipo de situaciones.

Dos asuntos llaman la atención en esta situación. El primero es, desde luego, el hecho de que Leo fuese succionado hacia una cisterna. Esto ocurrió, aparentemente, por la ausencia o mala colocación de una rejilla. Es decir, por algún tipo de negligencia humana o falla técnica. En teoría, por obvias razones, parques de esta naturaleza tendrían que ser extremadamente cuidadosos en el mantenimiento a sus instalaciones.

Claramente este no fue el caso en Xenses. El doctor Luna Calvo explicó que esa misma rejilla ya había anunciado su peligrosidad anteriormente. Sin embargo, nada se hizo para corregir este riesgo. Tras lo ocurrido se recordó el caso de otros menores fallecidos en parques de Xcaret por negligencia o falta de mantenimiento, incluido uno succionado por el filtro de una alberca (Diario de Yucatán, 03/04/2021).

El segundo asunto que llama la atención lo conocemos gracias a que el padre de Leo es médico. Ahora sabemos que Grupo Xcaret, una empresa con recursos y ganancias multimillonarias que busca expandirse, cuyas atracciones son acuáticas y que tiene antecedentes de ahogamientos no ha sido capaz de invertir en equipo o en personal para responder a estos casos.

Enseñanza

La lección para Yucatán es evidente: el monitoreo de la seguridad y de la protección civil en Xibalbá no puede ser descuidada por parte del gobierno del estado. Es indispensable que las autoridades supervisen con frecuencia que todo esté en orden y que impongan sanciones severas cuando este no sea el caso. Pero también es indispensable que las usuarias y los usuarios de estos parques reporten públicamente cualquier elemento que les parezca peligroso.

Entrañas del inframundo

Todavía con vida, Leonardo fue trasladado a un hospital. Fue aquí cuando el doctor Luna Calvo se enfrentó a una segunda sección del inframundo al que entró en Xenses.

Por principio de cuentas, a Leo no se le llevó al hospital más cercano, como el doctor consideraba recomendable, sino a uno que se encontraba a media hora del parque. Su familia, originaria de Durango, no sabía qué otras opciones estaban disponibles.

Además, cuando llegó al hospital no había médico especialista. El doctor Luna informó al personal que “era internista y su especialidad médica tenía que ver con intervenciones al corazón”, e insistió que el podía encargarse del caso. Pero, a pesar de ser claramente el médico más capaz de atender la emergencia, no se le permitió participar en el cuidado de su hijo (“Aristegui Noticias”, 02/04/2021).

Finalmente, al ver la carencia de personal médico y de equipo adecuados, movió cielo, mar y tierra para conseguir ambulancias aéreas con el fin de trasladar a Leo a un hospital de Ciudad de México donde sería atendido por un especialista. Sin embargo, no se le dio autorización para hacerlo. “Sentí como que no querían que lo sacara de Quintana Roo”, dijo el doctor Luna en entrevista en el programa Aristegui en Vivo. Esto no es todo: “Cuando falleció mi hijo hablé con la doctora y le dije que no se fuera a equivocar, mi hijo se murió por ahogamiento porque presentí que iba a cambiar los diagnósticos”, afirmó.

La sospecha del padre de Leo es que agentes externos, relacionados con el sitio donde su hijo sufrió el accidente, estaban ejerciendo fuerte presión sobre el personal médico del hospital al que llevaron a su hijo. Una presión que pudo venir desde el momento de elegir trasladar a su hijo a ese hospital hasta la decisión de no permitir que el asunto saliese del territorio donde opera, y por ende tiene su esfera de influencia el parque.

¿Qué podemos aprender las yucatecas y los yucatecos de la experiencia de la familia de Leo en las entrañas del inframundo?

Con base en el testimonio del doctor Luna, al menos en Quintana Roo, Grupo Xcaret tendría una suerte de red para lidiar con este tipo de “inconvenientes”. Una red que usaría para mantener, en todo momento, control sobre la información que se genera alrededor de la persona accidentada.

En consecuencia, el gobierno del estado tendría que exigir políticas sensatas, transparentes y uniformes a Grupo Xcaret, vigilar muy de cerca lo que ocurre en eventuales casos de accidentados en Xibalbá y, en caso de que surgiesen, tomar con toda seriedad las denuncias generadas por sus usuarios.

La trituradora del inframundo

Una vez fallecido Leo, al doctor Luna se le dijo que no podía llevarse el cuerpo a no ser que aceptase que se eliminase “ahogamiento” como causa de muerte en el acta de defunción de su hijo. Luna Calvo se negó.

La Fiscalía de Quintana Roo se llevó el cuerpo de Leo sin que el doctor Luna tuviera conocimiento de ello. Cuando se percató, acudió a las instalaciones de esa dependencia, donde se le preguntó si había acudido a firmar el perdón a Grupo Xcaret.

Respondió que iba a llevarse el cuerpo de su hijo, pero que quería hacer una relatoría de hechos, para que quedase registro de lo que ocurrió; es decir, del inframundo al que él y su familia entraron en Xenses. “Estuve seis horas rogándoles, me hinqué, porque no me querían entregar a mi hijo y no querían que hiciera la relatoría de los hechos. Yo me hinqué y lloré con la abogada” (“Aristegui Noticias”, 02/04/2021).

El doctor Luna da cuenta de cómo, ante la presión y el shock del momento, firmó el perdón a Grupo Xcaret. Sin embargo, cuando vio el ataúd de su hijo llegar a Durango le dijo a su esposa: “Amor, perdóname, pero no podemos quedarnos callados, porque esto va a pasar más”. Esto fue lo que le motivó a denunciar el hecho públicamente. Dijo que no busca dinero, sino evitar que este tipo de casos se repitan. “Es una negligencia totalmente del parque y quiere esconder las cosas”, afirmó.

El inframundo terminó aplastando a los padres de Leo. Llama la atención, desde luego, la aparente colusión entre la Fiscalía quintanarroense y Grupo Xcaret. ¿Por qué esta institución protegería, revictimizando a víctimas, con uñas y dientes, a este grupo? ¿Es este el tipo de relación que tendrá su parque Xibalbá con la Fiscalía yucateca?

Pero también hay que poner el acento en lo lejos que está dispuesto a llegar Grupo Xcaret, una empresa que se anuncia como “socialmente responsable”, para evitar que se sepa la verdad de lo ocurrido a uno de sus usuarios. De acuerdo con su narración, al doctor Luna y a su familia se les extorsionó a través de la Fiscalía en defensa de este grupo. ¿Eso es lo que podemos esperar de Xibalbá las yucatecas y los yucatecos?

Conclusión

De acuerdo con el testimonio del doctor Luna Calvo, el grupo empresarial que empezará a operar en Yucatán este año ocasionó el accidente de Leo por negligente y no contaba con equipo adecuado para atender emergencias. Luego habría presionado al hospital al que se llevó a su hijo para que no se permitiese su traslado fuera de Quintana Roo. Finalmente, habría utilizado a la Fiscalía como brazo para doblar a la familia del joven fallecido y hacerles “perdonar” a la empresa que ocasionó el accidente.

En cada etapa del proceso, Grupo Xcaret optó por ocultar lo sucedido, antes que tratar con respeto, dignidad y humanidad a la familia de Leo. Fue gracias al valor de esta familia que la sociedad pudo conocer este caso. La crisis de imagen que ahora enfrenta este grupo es, por ende, lo mínimo que merece.

Las yucatecas y yucatecos haríamos bien en exigir al gobierno del estado que, Xibalbá, el nuevo parque de Xcaret en nuestro estado, no opere bajo esta lógica. Es decir, que Xibalbá no termine por abrir en nuestro estado las puerta de ese inframundo que, en Quintana Roo, engulló y trituró a la familia de Leo.— Edimburgo, Reino Unido

asalgadoborge@gmail.com

@asalgadoborge

Candidato a doctor en Filosofía (Universidad de Edimburgo). Maestro en Filosofía (Universidad de Edimburgo) y maestro en Estudios Humanísticos (Itesm)

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