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El antiguo Pasaje Revolución, está siendo intervenido por trabajadores de la Dirección de Obras Públicas del Ayuntamiento de Mérida con trabajos de restauración y pintura, con la finalidad de en las próximas “Fiestas Patrias”, luzca toda su belleza.
Según comentaron los propios trabajadores, desde su restauración en 2012, no se había vuelto a dar mantenimiento; los trabajos iniciaron esta semana y podrán finalizar en los últimos días de este mes de agosto; se eliminarán de las paredes la pintura anterior, se resanarán las paredes, principalmente la cara sur de la catedral que tiene amplias zonas de humedad, se harán reparaciones a las cornisas y los accesos a la catedral y la entrada al Museo Macay.
“En total se utilizarán unos 40 galones de pintura gris, ya que se mantendrá el color actual, que son tres tonos de gris y detalles en blanco de algunos relieves”.
Con una antigüedad de 110 años, el Pasaje de la Revolución se construyó en 1905, y durante el periodo del general Salvador Alvarado se demolieron parte de los arcos, que se encontraban en los accesos oriente y poniente, los cuales fueron restaurados en 1915 y 1919.
Según detalla el Archivo Municipal, esta obra se completó tras la demolición de dos capillas pertenecientes a la catedral y del antiguo Seminario de San Ildefonso, que estaban en la misma manzana; en 1919 tras el proceso de reconstrucción, se dotó de un techo de cristal, pero por falta de mantenimiento se desprendió en los años 30.
Durante los años 40, el Pasaje de la Revolución fue escenario de actividades culturales y concentraciones campesinas, se realizaron exposiciones ganaderas. Se explica en el reporte del Archivo Municipal que, tras retirarse los techos de cristal, fue preciso retirar también la primera estructura de metal que sostenía el techo, por ello y desde 1951 quedó al descubierto.
Durante más de 3 décadas fue entonces una calle comercial, ya que los locales inferiores al Ateneo Peninsular fueron rentados a distintas empresas. En 1959 se estableció ahí un paradero de autobuses y no fue sino hasta 1977 que la autoridad municipal retiró los camiones y se ubicó ahí un paradero de combis.
Tras una serie de medidas y debido al deterioro del espacio, en 1996 se retiraron las combis, se cambió el sitio y se utilizó como un acceso peatonal, hasta que en 2012, recibió una nueva remodelación y recuperó la estructura metálica para ahora tener un techo con domos de materiales plásticos y presentar exposiciones escultóricas del Museo Macay.
Según apunta el propio documento municipal, fue en 1948, siendo presidente municipal, Vicente Erosa Cámara, cuando el municipio le otorga el nombre de “Calle de la Revolución Gral. Salvador Alvarado”.
