Una profunda indignación en la comunidad yucateca ha causado el feminicidio de una joven mujer a manos de su ex pareja, identificado como Enrique “N” quien luego de arrebatarle la vida a Fernanda, se quitó la propia.
Este feminicidio rompió la tregua que existía desde el 24 de mayo pasado, cuando se registró el de una joven de Umán, también a manos de su ex pareja y existía la falsa percepción que a pesar del incremento de la violencia familiar producida durante el confinamiento por la contingencia sanitaria, el resto del año seguiría sin la violencia extrema que representan los feminicidios.
Otra joven vida arrebatada por el machismo y el falso “amor”, que obnubila la mente y desata la ira del hombre que se siente ofendido por el rechazo de la novia o la esposa, -a quienes consideran de su propiedad-, prefieren verlas muertas antes que felices.
Con este hecho, llegan a seis los feminicidios ocurridos durante este año, que se suma al de Henrietta, ocurrido en enero, Gladys y Ana, en febrero, Suemy, en marzo, Yazmín en mayo, y hoy, en agosto, tristemente, también lamentamos el de Fernanda.