Franck Fernández Estrada (*)
Fuente: Diario de Yucatán
El Hotel Ritz de París es uno de los hoteles más emblemáticos y prestigiosos del mundo, reconocido por su lujo, elegancia y tradición.
Su creación está vinculada a la visión del empresario suizo César Ritz, quien deseaba establecer un estándar sin precedentes de opulencia en la industria hotelera.
El Ritz de París no solo ha sido un referente de lujo durante más de un siglo, sino que también marcó un hito en la evolución de la hostelería de alta gama.
La historia del Ritz comienza a finales del siglo XIX, cuando París, la capital del arte, la cultura y la moda, era el centro de atracción para la aristocracia, las celebridades y los intelectuales de todo el mundo.
El Ritz no solo se convirtió en el lugar de alojamiento preferido de la élite internacional, sino que también desempeñó un papel en la transformación del concepto de lujo y confort en la industria hotelera.
El personaje clave detrás de la creación del Hotel Ritz es César Ritz, nacido en 1850 en el cantón suizo de Valais. A lo largo de su carrera, Ritz se hizo famoso por su capacidad para gestionar y renovar hoteles, elevando el estándar de lujo y servicio. Antes de crear su propio establecimiento, Ritz había trabajado en algunos de los hoteles más exclusivos de Europa, como el Grand Hôtel de la Paix en Ginebra, el Hôtel de Ville en Bruselas y el Hotel Savoy en Londres.
Ritz ganó gran renombre por sus innovaciones en la industria hotelera, especialmente en el área de la hospitalidad personalizada. Introdujo servicios como el uso de baños privados, la gastronomía refinada y la decoración elegante.
Además, su concepto de “hotel de lujo” involucraba no solo alojamiento de alta calidad, sino también una atmósfera que hacía sentir a los huéspedes como parte de la alta sociedad.
En 1898, César Ritz se unió con el empresario francés Charles Mewès para llevar a cabo su sueño de crear un hotel en el corazón de París que reflejara su visión de lujo y confort. La ubicación elegida fue el número 15 de la Place Vendôme, un lugar emblemático y exclusivo, rodeado de boutiques de alta costura, galerías de arte y lugares de interés histórico.
La construcción del Hotel Ritz de París comenzó en 1898 y se completó en 1899. El arquitecto encargado del diseño del hotel fue Charles Mewès quien, junto a César Ritz, creó un edificio que combinaba la arquitectura clásica de la época con un interiorismo de lujo. El Ritz fue concebido como un refugio para la aristocracia y la alta sociedad. El Ritz de París no tardó en hacerse un nombre como uno de los hoteles más exclusivos del mundo.
El Ritz se inauguró oficialmente en 1900, durante la Exposición Universal de París, que reunió a las figuras más influyentes del momento. El hotel rápidamente ganó la reputación de ser el lugar donde los ricos y poderosos de la época se reunían para disfrutar de su estancia en la ciudad. Su diseño interior combinaba el estilo clásico francés con elementos de modernidad, como baños privados en cada habitación, un concepto innovador en ese entonces.
Entre las características iniciales del Hotel Ritz de París que marcaban la diferencia puedo citar que las habitaciones eran de un refinado lujo, los baños privados, cosa común en nuestros días en casi todos los hoteles del mundo pero que entonces no eran comunes, restaurante y cocina de alta gama y un servicio impecable.
Desde su apertura, el Hotel Ritz de París se convirtió en un símbolo del lujo y la exclusividad. Celebridades, monarcas, escritores, artistas y empresarios de todo el mundo se alojaban en el Ritz. Muchos de ellos hicieron historia en sus pasillos como Marcel Proust, Coco Chanel, Winston Churchill y Ernest Hemingway, entre otros.
La fama y el éxito del Hotel Ritz de París llevaron a la creación de una serie de hoteles con el mismo nombre en diferentes partes del mundo. A lo largo del siglo XX y principios del XXI, la marca Ritz se expandió a diversas ciudades y destinos turísticos internacionales, manteniendo el estándar de lujo y servicio que caracterizó al primer Ritz. La creación de estos hoteles, inspirados por el concepto original, ha jugado un papel crucial en la globalización de la hostelería de lujo.
El primer hotel Ritz fuera de París abrió sus puertas en Londres en 1906. César Ritz se asoció con el empresario suizo Sir William Harrod, propietario de la famosa tienda Harrods, para inaugurar el Ritz Hotel London, ubicado en Piccadilly. Al igual que su homólogo parisino, el Ritz de Londres fue diseñado para atraer a la élite internacional y ofrecer una experiencia de lujo incomparable. Este hotel se convirtió rápidamente en un símbolo de la aristocracia británica y continuó con la tradición de excelencia en el servicio y la gastronomía, contando con chefs de renombre y decoraciones lujosas.
Le siguió el Ritz de Madrid en el año 1910. Su construcción fue parte de un esfuerzo por parte del empresario suizo de expandir el concepto del Ritz a otras capitales europeas. El hotel se encontraba en la famosa Plaza de la Lealtad. Este hotel fue un lugar de encuentro para los más importantes personajes de la política, la cultura y el entretenimiento de la época. Durante décadas, el Ritz de Madrid mantuvo una reputación de exclusividad y fue un referente de lujo en la capital española.
Después fue creado el Ritz de Nueva York. Lleva el nombre de Ritz-Carlton Hotel. Abrió sus puertas en 1913, tras la expansión de la marca Ritz a los Estados Unidos. Este hotel marcó el inicio de una serie de aperturas de Ritz-Carlton en las principales ciudades del país como Boston, Washington D.C. y Chicago. Los hoteles Ritz en los Estados Unidos lograron consolidarse como el referente de lujo en las grandes urbes estadounidenses, siendo frecuentados por las personalidades más influyentes de la política, la cultura y el entretenimiento.
A lo largo del siglo XX, los hoteles Ritz se fueron expandiendo por Asia, África y Latinoamérica. En los años 80, la marca pasó a ser parte de un conglomerado más grande. En la década de 1990, el grupo hotelero estadounidense Marriott International adquirió los derechos sobre la marca Ritz-Carlton, permitiendo que la cadena creciera aún más y llegara a destinos de lujo en lugares como Hong Kong, Dubái, Singapur y Shanghái. El concepto original de César Ritz ha perdurado y los hoteles Ritz-Carlton siguen siendo sinónimo de lujo, elegancia y servicio excepcional. Los hoteles de la marca se encuentran hoy en las ciudades más importantes del mundo. Los hoteles Ritz continúan atrayendo a los viajeros más exigentes, manteniendo la reputación que César Ritz supo crear hace más de un siglo.
(*) Traductor, intérprete y filólogo.