Con la presentación del coloquio “Libertad de expresión y creación artística, antes y después del 68”, el día 1 de octubre, darán inicio las actividades conmemorativas de los 50 años de la masacre en la Plaza de las tres Culturas en Tlatelolco, en la cual participarán José Ramón Enríquez, Alejandro Bichir, Francisco Lope Avila, además del grupo de música Yahal kab, en la sala audiovisual del Centro Cultural Olimpo a partir de las 7 de la noche.
Estas actividades son organizadas por la agrupación “A50de68”, bajo el nombre “Ni Perdón Ni Olvido”, en la cual convergen intelectuales, artistas, académicos y personalidades de otros ámbitos de la cultura y la política, encaminados hacia la reflexión de los sucesos del Movimiento estudiantil del 68, a decir de Juan Carvajal Rosas, “pues estamos ante un hecho del siglo XX que aún no termina de escribirse y los vencidos siguen escribiendo su versión”, y en este contexto los gobiernos no han podido externar una explicación y menos iniciar un proceso de justicia.
Las actividades del día 2 de octubre inician a las 8 de la mañana con una ofrenda floral a las víctimas de la masacre de Tlatelolco, en el Monumento a la Patria, y continuarán a las 10 de la mañana con el coloquio “La experiencia del 68 ayer y hoy, junto al normalismo rural”, en el auditorio de la Escuela Modelo en Paseo de Montejo; los participantes serán Juan Luis Peña Chapa, Alejandro Guerrero Flores, Fernando Pacheco Alcocer, y como moderador, Freddy Espadas Sosa.
Felipe Couoh Jiménez será el moderador durante el coloquio “Vivencias del 68 y las perspectivas de lucha”, a las 12 el día el auditorio de la Facultad de Ciencias Antropológicas con la participación del doctor Gilberto Balam Pereira, Jorge Fernández Souza y Pedro Quijano Uc.
La culminación de estas actividades serán a las 8 de la noche en la Alianza Francesa de Mérida, en la cual la doctora Judith Ortega Canto acompañada de átima lores Palacios, hará una exposición sobre “Las mujeres en el 68 y su participación política en los 70’s”, sobre mujeres en los años 60, sobre todo las hermanas, madres y familiares de los desaparecidos, que salieron de sus hogares para exigir justicia y que por desgracia, las mujeres son invisibilizadas por la historia.
Cabe destacar la valiosa colaboración de la compañera Sisely Burgos Cano, en la empeñosa promoción de estas actividades, importante y significativa labor sin la cual no sería posible el éxito, que auguramos tendrá esta conmemoración, a 50 años de tan dolorosos y lamentables hechos.