Lo que debiera de ser una infancia feliz y sin responsabilidades, resultó ser una pesadilla para un menor de ocho años de edad que vive en el Fraccionamiento Villas del Sol, calle Fragata, casa 21, pues, por no vender todos los tamales que le encargó su madre, esta le propinó salvaje golpiza y después lo echó a dormir a la calle. Al llegar los policías, se entrevistaron con la mujer, quien negó los hechos. Como el personal del DIF Solidaridad no llegó, tuvieron que entregar al menor a sus padres, quienes después de que se fueron los uniformados, lo volvieron a golpear por acusarlos. Vecinos denuncian otros tres casos similares en la misma zona.
“Mi mama es muy mala, me pega si no llevo dinero a la casa; ayúdenme, es muy mala”, decía el pequeño entre sollozos a los policías, quienes cuestionaron a Flor de Liz Vázquez Juárez, una tabasqueña de 33 años de edad, quien solo dijo que no oyó al menor, pues pensó que seguía jugando.
Los elementos policiacos solicitaron el apoyo del DIF de Solidaridad, pero por la hora del reporte, estos nunca llegaron, y a pesar de la insistencia del pequeño de que no lo dejaran solo con sus padres, estos se tuvieron que retirar, devolviendo al niño, para no incurrir en algún delito.
Momentos más tarde, vecinos denunciaron que, después de unos momentos de que se fueron, le volvieron a dar otra paliza al niño a tal grado que sus gritos se escuchaban a varias casas de la calle.
Por si fuera poco, este no es el único caso de abuso y maltrato infantil en la misma calle, pues hay al menos otros dos domicilios en donde los pequeños son brutalmente golpeados y explotados laboralmente por sus padres sin que las autoridades hagan algo al respecto, pese a dar aviso mediante el número de emergencias 911.