domingo , 19 mayo 2024
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Ramírez Marín, al rescate de Mérida para los ciudadanos

Horas antes de registrarse como candidato del PRI a la alcaldía de Mérida, el senador Jorge Carlos Ramírez Marín sostuvo un encuentro digital con los ciudadanos, a quienes les expuso los motivos por los cuales quiere ser el presidente municipal de la capital yucateca.

Desde el parque de Las América, sitio emblemático de su vida personal y política, el legislador mencionó que competirá en las elecciones a realizarse el próximo 6 de junio para rescatar “el alma de Mérida, unir Mérida” y “rescatar la ciudad para los ciudadanos”.

A continuación, el mensaje que Ramírez Marín pronunció en redes sociales:

Muy buenos días.

Este espacio lo hacemos todos los días desde hace, prácticamente, un año mantenemos la vía de comunicación con los ciudadanos. Lo he hecho en mi tribuna como senador de la República. Una de las actividades que me siento más orgulloso. En primer lugar, porque me desempeño gracias al encargo y la responsabilidad que me confirieron miles de yucatecos.

He tratado de estar a la altura de las circunstancias y siempre, en todo momento, me inspira saber que represento al Estado más maravilloso de este país y a una de las tierras más mágicas y extraordinarias que existen sobre el planeta.

Hoy estamos aquí, en su ciudad capital y desde este emblemático parque, donde, déjenme decirles, cuando era yo niño era mi señal. Si después de la misa de 10:30 en Fátima, nos íbamos al súper, quería decir que en la casa había dinero. Lo maravilloso era, que cuando no había, nos podíamos quedar más tiempo a jugar aquí en este maravilloso espacio.

Esta es Mérida. Esta es la que debemos dejarles a las próximas generaciones, pero no me refiero solamente al testimonio de estas piedras y de estas edificaciones, me refiero sobre todo al alma de esta ciudad. Al espíritu que un día los inspiró a no hacer un “chan parque”, sino que se imaginó en la visión de hacer un parque de este tamaño, dedicado a todos los países de la América Hispana, a todos los países del continente americano.

Cada una de estas estelas lleva el nombre de un país, así se veían los yucatecos de esta época. No haciendo obras para salir del paso, no haciendo obras para llenar presupuestos, se veían haciendo obras que perdurarán posiblemente al paso de los siglos, posiblemente de esta que ya ha contemplado dos: el siglo XX y el siglo XXI. Esta es Mérida. 

A esta ciudad es a la que nos debemos. Y por esta ciudad es la que debemos trabajar todos los días, no para conservar solamente su limpieza o su belleza original, sino para conservar su esencia. Para conservar el alma de Mérida, esa debe ser nuestra búsqueda, el alma de Mérida. Que está, no detrás de cada una de estas piedras, sino en el ánimo, el espíritu de quienes un día se la imaginaron y la vieron así: una gran ciudad para todos.

Esa es queridos amigos, es la principal motivación que me tiene justamente aquí, en este parque. En este parque, donde muy joven empezaron mis actividades políticas. Aquí, a un ladito, nos reuníamos los integrantes del Frente Estudiantil Universitario. No deja de llamarme la atención que en esa época no nos reuníamos en otro lugar que no fuera un parque.

¿Por qué ese parque iba a ser el sello de lo que éramos nosotros? Nuestros adversarios eran los del parque de la Madre. Y nosotros estábamos aquí en el parque de Las Américas. Y otros yucatecos se reunían y se significaban en el barrio bravo de San Sebastián o en el ex rastro. Otros más tenían actividades religiosas en San Juan, otros hacían grupos apostólicos en Santa Ana, San Cristóbal, pero no se trata solamente de la Mérida tradicional. Poco otros lugares fueron ocupando emblemáticamente el ánimo, el espíritu de los yucatecos, su espacio, el que los marcara y los hiciera parte de esta ciudad, el que los integrara.

Integrarlos, ser uno solo. La ciudad y el ciudadano. Esto lo aprendí aquí, en este parque, donde tenía ningún caso exhibir de que clase social eras, dónde habíamos estudiado. Algunos venían del CUM, otros de la Modelo, otros más éramos de la Uady, pero siempre nos vimos igual. Hacíamos actividades al mismo tiempo y pensábamos en el mismo objetivo que era, en aquel entonces, de la conquista de las actividades universitarias.

Esta es nuestra ciudad. Pero hoy no se puede reconocer igual, porque hoy si cuenta de dónde eres. Cuenta más de dónde naciste, cuenta mucho más dónde estás estudiando y quizá, por los años que tengo dedicado a crear consenso como presidente del Congreso de la Unión, dos veces, como secretario de una secretaría que tenía en su papel, precisamente, los conflictos agrarios.

Después de tantos años de poner de acuerdo a la gente, no entiendo por qué esta Mérida tiene que ser cada vez una Mérida que viva una brecha que la separa y la separa y la separa cada vez más. No entiendo por qué la principal actividad de la autoridad municipal, la principal autoridad del gobierno no es unir la ciudad en lugar de separarlas. Feministas contra antifeministas, automovilistas contra ciclistas, los que quieren pasar por debajo de una vía pública y los que quieren pasar por arriba. Y la más grave de todas, posiblemente, los de afuera y los de aquí.

Si esto hubiera sido antes, hoy no comeríamos kibis en cualquier parte de la ciudad, en vitrinas, no se venderían afuera de las escuelas, o no hubiera habido imprenta, o no hubiera habido tantas cosas que se han integrado a nuestra forma de hablar, a nuestra forma de vestir, a nuestra forma de ver las cosas, a nuestro paladar, que se han integrado a nuestro modo de vivir.

Hoy se empeñan en mostrarnos que hay que tener miedo. Que esta, siempre ha sido una ciudad sin miedo. Porque ha sido siempre una ciudad integrada y esta división hoy más profunda que nunca debe ser la primera tarea que acometamos. Esta es la principal razón por la que estamos hoy aquí y en un momento más presentado nuestro registro ante el Iepac para competir por la alcaldía de esta ciudad capital de los yucatecos.

Esa es la principal razón: reducir la brecha en todo lo posible. Esa es la principal razón, regresar al alma y la esencia de la Mérida que es de todos y nos pertenece a todos y nos identifica a todos y nos enorgullece a todos: la Mérida que nos inspira, la Mérida que nos transforma, la Mérida que nos cambia, porque esa es la Mérida que tenemos que rescatar.

Por eso estamos aquí. Para que no haya ni los de aquí, ni los de allá. Ni automovilistas contra ciclistas, ni feministas contra antifeministas, para que no haya antis, para que tengamos una ciudad con los espacios, donde realmente nos pertenezca.

Quizá les decía, por los años que llevo trabajando, en consenso me parezca tan difícil cuando a mí me parece que es lo más elemental: unir a Mérida, integrar a Mérida, pero no para las fotografías. No sigamos vendiendo Mérida, mientras destruimos hacia el interior el alma de esta ciudad.  No sigamos teniendo la Mérida que se vende en las fotografías y en los folletos cuando tenemos la Mérida que se contiene, a esa que le decimos que se aguante, mientras seguimos ofertando un paraíso que no puede ser para todos. Eso es lo que tenemos que cambiar. Por eso amigos, estamos aquí. Por esa Mérida, por esa alma que no podemos dejar que se pierda, por esta ciudad que necesitamos que se transforme en la modernidad y siga conservando su esencia, por esa ciudad que siga conservando nuestro orgullo. Por eso estoy aquí, y por eso me voy a registrar hoy y por eso vamos con Mérida y por eso vamos por esta ciudad para regresársela a los ciudadanos, para regresarle el orgullo y la dignidad. Por eso estamos aquí.

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