viernes , 19 abril 2024
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Emilio Lozoya, ¡más que un simple imputado!

El diario brasileño O’Globo y la organización mexicana El Quinto Elemento Lab revelaron el contenido de la delación premiada del ex director de Odebrecht en México, Luis Alberto de Meneses Weyll, en la que éste aseguró que en marzo de 2012 se reunió con Emilio Lozoya.

Tres ex ejecutivos inculpados por la justicia brasileña en el caso Odebrecht implican una vez más, ahora en sus declaraciones juramentadas, a Emilio Lozoya Austin, ex Director de PEMEX, quien habría recibido sobornos del gigante carioca por más de 10 millones de dólares.

El nombre de Lozoya Austin vuelve aparecer en fechas, cantidades y cuentas bancarias manejadas en declaraciones de altos ejecutivos del corporativo brasileño, catalogadas en el expediente judicial 6655 como confidenciales.

El diario brasileño O’Globo y la organización mexicana El Quinto Elemento Lab revelaron el contenido de la delación premiada del ex director de Odebrecht en México, Luis Alberto de Meneses Weyll, en la que éste aseguró que en marzo de 2012 se reunió con Emilio Lozoya.

Tanto Luis Alberto de Meneses, Luiz Mameri, como Hilberto da Silva han afirmado al Ministerio Público Federal de Brasil que Emilio Lozoya solicitó y recibió, primero, 4 millones 100 mil dólares entre abril y noviembre de 2012.

En opinión de los declarantes, era una manera de asegurar los favores de quien se había colocado como una figura prominente en la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto.

En marzo de 2012, según se consigna, cuando Lozoya Austin se reunió con Luis Alberto de Meneses, el director superintendente de Odebrecht en México, se selló el pacto original y les dieron los detalles bancarios: beneficiario, banco, plaza y cuenta.

A partir del 20 de abril de 2012 y hasta el 18 de junio de 2012 llegarían transferencias en cascada, vale la pena recordar que, casualmente, las elecciones presidenciales en México fueron el 1 de julio de 2012.

Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad obtuvo copia de los estados de cuenta del Meinl Bank de Antigua, propiedad de Odebrecht, en los que aparecen siete transferencias a favor de Latin American Asia Capital Holding, la cual ha sido señalada por un delator de la constructora brasileña como la empresa a través de la cual se pagaban sobornos a Lozoya.

Éste no es un caso más de corrupción, es evidente que Odebrecht estaba invirtiendo y de cierta forma apostando, ya sea en el Coordinador de Vinculación Internacional del entonces candidato a la Presidencia, Emilio Lozoya, o en la campaña misma del candidato Enrique Peña Nieto, no hay ninguna otra explicación coherente, no es un tema de coincidencias, es un asunto de hechos contundentes.

Es de suma importancia aclarar, que el dinero que se transfirió a la empresa supuestamente ligada a Lozoya, salió de la División de Operaciones Estructuradas de Odebrecht, el bien llamado “departamento de sobornos”, y a través del cual se financiaron campañas políticas en Latinoamérica.

Odebrecht financió, como un “modus operandi” establecido, elecciones en El Salvador, Venezuela, Brasil, República Dominicana y Panamá, y otros delatores han sumado a la lista de financiamiento electoral a Colombia y Perú.

Odebrecht actuaba en un sinnúmero de países, cultivando relaciones político-estratégicas, identificando candidatos y campañas que creyeran interesantes para invertir con beneficios a futuro.

¿Cuántos casos han escuchado ustedes de alcaldes recién electos en México que tienen que pagar a sus compadres los favores recibidos?

La mecánica es exactamente igual, aunque se vea totalmente distinta, visitan al alcalde electo y le recuerdan el compromiso adquirido con antelación, de la misma forma, en noviembre de 2012, el entonces Presidente electo Enrique Peña Nieto se reunió con Marcelo Odebrecht, de acuerdo con una relación de correos electrónicos interceptados por la Policía Federal de Brasil, a los que tuvo acceso Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, encuentro del cual incluso ha circulado una imagen en las redes sociales.

Una vez que el Presidente Peña Nieto asumió el poder y Emilio Lozoya se posicionó en la Dirección de PEMEX, llegaría el momento de ajustar cuentas, pagar favores o hacer negocios, el término que usted prefiera utilizar, es correcto.

Según los testimonios de los inculpados, buscaron a Lozoya y le pidieron ayuda para ganar contratos y entrar en el juego, ante la respuesta positiva, acordaron hacerle otros pagos por un total de 6 millones de dólares: 2 millones sin condición alguna y garantizados, así como 4 millones adicionales si llegaban a ganar el contrato de uno de los proyectos de remodelación de la refinería de Tula, Hidalgo, contrato que obviamente les fue adjudicado.

El 3 de diciembre de 2013, unos días después de la asignación de ese contrato, se reanudaron las transferencias millonarias.

Existen aproximadamente 10 carpetas electrónicas, 50 cuartillas de transcripciones y resúmenes de testimonios jurados, copias de los registros de transferencias electrónicas, órdenes de pago expedidas por los bancos de donde salían los recursos, los videos con las delaciones de los tres ejecutivos del gigante brasileño y documentos adicionales de la Procuraduría General de la República de Brasil, donde toda la información puede ser verificable.

No obstante, la PGR acusó al gobierno de Brasil de ocultar información sobre las investigaciones del caso Odebrecht, esta postura se presenta justamente después de que se diera a conocer que Emilio Lozoya, recibiera los sobornos por 10 millones de dólares, antes de eso, pareciera que no había prisa.

¿Probablemente los brasileños no estaban dispuestos a que se reservara la información, tal como lo hizo Raúl Cervantes con las primeras pesquisas?

El avispero se ha alborotado, tanto, que los casos de Rafael Márquez y Julión Álvarez se extinguieron, la contención de daños se ha activado en todos sus frentes, las autoridades electorales afirmaron, casi de inmediato, que no podían especular sobre un presunto financiamiento de Odebrecht a la campaña del PRI en 2012, y que abrirían una investigación si es que se presentaba una denuncia, los titulares del INE y de la FEPADE, Lorenzo Córdova y Santiago Nieto, respectivamente, informaban el lunes que no se había presentado ninguna denuncia sobre el caso, sin embargo el martes ya se había presentado, por lo tanto, el mismo Santiago Nieto anunció que se iniciaría una investigación responsable, “sin filias ni fobias”.

Por su parte, Eduardo Sánchez, vocero del gobierno federal, calificó como “irresponsable” la versión que señala que en 2012 la campaña de Enrique Peña Nieto a la Presidencia de la República recibió de manera ilegal dinero de Odebrecht:

“Hacer un señalamiento como ese, en base a una sospecha, a una coincidencia de fechas, me parece que es una versión absurda, falsa y de mala fe. No hubo tal cosa. Estoy seguro que las investigaciones que se realizan dentro y fuera de México habrán de aclarar las cosas”.

“Rechazo contundentemente, por irresponsable, por falsa y por absurda, la imputación a la que me he referido”.

Precisó que los señalamientos que se hacen contra Peña Nieto son con base en especulaciones y sin pruebas, sólo por coincidencias en las fechas.

Pareciera que no es suficiente, lo quieren hacer ver como una sospecha infundada, pero parecieran piezas de un rompecabezas.

¿Sólo por coincidencias en fechas, hechos, encuentros, contratos y declaraciones juramentadas?

Señor vocero, recuerde que en política no hay casualidades, ¡ni coincidencias!

Lo que es un hecho, es que Emilio Lozoya con todo y sus amenazas de demandar penalmente a todos los que lo hayan difamado, ya está en calidad de imputado para la PGR, que lo citó a declarar este jueves a las 12:00 horas en compañía de su abogado defensor, por haber sido señalado por ejecutivos de Odebrecht de cobrar sobornos por más de 10 millones de dólares para la adjudicación de contratos.

Este sexenio nos ha orillado a ver los casos de corrupción como una consecuencia obligada del ejercicio del Poder, sin embargo, el tema de Emilio Lozoya no habita en esa esfera, estamos hablando de la intervención de capital extranjero en el proceso electoral para elegir al Presidente de la República, muy probablemente no sea la primera vez, tal vez tampoco la última, sin embargo, no por eso lo podemos dejar pasar, esta parece flagrante, cínica y develada de un plumazo; no obstante que falta menos de un año para las próximas elecciones, este es un caso excepcional para dejar en claro el sello del sexenio, para que termine como debe de concluir, en la peor de las vergüenzas y con un severo voto de castigo.

Imagine usted, estimado lector, lo más inverosímil, si este flagrante caso no se vincula a delitos electorales que implican otras consecuencias y si la PGR decide llevar este caso ante un Juez de Control, Emilio Lozoya no necesariamente sería privado de su libertad, pues delitos como el cohecho o el lavado de dinero no son de prisión preventiva forzosa en el nuevo sistema penal.

Esta lección de putrefacción espontánea y restregada en nuestra cara desde el extranjero en un segundo aviso, sin temor a equivocarme, es un nuevo peldaño de impunidad que pretenden escalar para elevar de nuevo nuestro umbral de asombro, una lección más que nos quieren dar sin desperdicio…

(El Mañanero Diario)

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