A pesar de ser reconocido como el estado más seguro del país, en Yucatán existen comunidades al interior donde es más grave la incidencia de delitos cometidos por violencia, entre las que destaca la violencia de género, igualmente con todas sus variantes y categorías.
La falta de educación, alcoholismo, drogadicción y principalmente el machismo, han sido los factores determinantes para agravar el flagelo de la violencia, la cual se ha hecho más visible en 10 comunidades de la entidad, sobre todo en aquellas que no cuentan con oportunidades de espacios de sano esparcimiento y ofertas educativas para los jóvenes, como son algunas zonas conurbadas de la ciudad capital y sus alrededores, municipios y comisarías de la zona costera.
Son muchos los esfuerzos tanto de autoridades como de la sociedad civil, que se han dado la tarea de incidir en este tema de violencia, pero la dimensión de esta problemática es demasiado extensa y rebasa la capacidad de trabajo de quienes se han entregado a tan importante y difícil tarea.
En este trabajo de prevenir y erradicar la violencia, se han investigado los lugares donde hay predominancia de este fenómeno y así es como se han identificado 10 municipios como los más violentos de la entidad, entre los que figuran Kanasín, Valladolid, Tizimín y Progreso, como dio a conocer la Secretaria de las Mujeres (SEMUJERES), María Herrera Páramo, quien señaló que la dependencia a su cargo ha desarrollado diferentes acciones para evitar el incremento de la violencia en la entidad.
Cabe mencionar que la mayoría de los feminicidios ocurridos en la entidad, han sido en los municipios en donde es más visible la presencia del alcohol y el machismo que generan la violencia de género en todos los niveles, incluyendo la violación de menores tanto varones como niñas, sin olvidar el terrible feminicidio infantil ocurrido en Tahdziu, la comunidad más lejana y más pobre de Yucatán, el año pasado.
No es casual que entre los municipios violentos se visualice la zona costera de Celestún como foco rojo respecto de la violencia, pues es uno de los municipios en donde se presentan más carencias económicas y con alto nivel de alcoholismo y drogadicción entre la población dedicada al trabajo de mar, duro trabajo desempeñado igualmente por un grupo de mujeres de esa población, en su afán de obtener ingresos para el sustento familiar y no tener opciones de trabajo remunerado más que el de la mar.