martes , 23 abril 2024
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Pinzas para la democracia

Voto útil

Dulce María Sauri Riancho

Fuente: Diario de Yucatan

Restan apenas 14 días para el cierre de las campañas que han agitado el ambiente político de todo el país. Seguido de tres días de silencio, llegará la jornada electoral en la que más de 93 millones de ciudadan@s están registrados para participar.

A estas alturas de la contienda los ánimos se hallan polarizados, en especial sobre la determinación por quién votar para integrar la próxima legislatura federal. Cada vez queda más claro ante extensos grupos de elector@s que la disyuntiva se encuentra entre el apoyo y el rechazo a Morena, partido del presidente.

En la mayoría de los 15 estados que elegirán gobernador(a) para los siguientes 6 años, Morena disputa, palmo a palmo, el triunfo a candidat@s de la alianza Va por México (en 12 estados) o que compiten por un solo partido (PAN, PRI, PRD ó MC).

En la elección de diputad@s, la Alianza Va por México ha mejorado sus expectativas de triunfo. PRI, PAN y PRD se presentan unidos en 219 distritos, en tanto que la coalición Juntos Hacemos Historia, de Morena, PT y Verde, lo hace en 183. Cada organización política registró por separado sus listas de representación proporcional.

La conversación pública —redes, medios, comentaristas— han comenzado a hablar sobre el “voto útil” como una opción para evitar que Morena logre la “mayoría calificada” (66% de las 500 curules).

La experiencia más destacada fue en contra del PRI en la elección presidencial de 2000, cuando la candidatura “retadora” con mayor posibilidad de éxito era la de Vicente Fox. A pesar de la enorme simpatía por el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas, un número importante de sus votantes lo hicieron por el candidato del PAN para lograr derrotar al PRI. Eso pasó hace 21 años, por lo que debemos preguntarnos qué es el “voto útil” en este crucial año. Veamos.

Voto Útil para diputad@s federales. El acuerdo del INE ratificado por el Tribunal Electoral (TEPJF) evitará la sobrerrepresentación que ha padecido esta legislatura, consecuencia de una interpretación laxa de la adscripción partidista de los candidatos de las coaliciones.

Esta maniobra legaloide consiste en que el partido más grande “presta” a sus militantes para que participen bajo las siglas de otro integrante de la alianza, que tiene pocos afiliados en condiciones de competir y ganar; una especie de “cachirules”, que ocultan el partido al que pertenecen.

Resulta que los cálculos para repartir las diputaciones plurinominales se basan en los votos obtenidos en la elección en los 300 distritos. Las plurinominales compensan aquellos votos que no alcanzaron para ganar una diputación de mayoría.

Así, en 2018 Morena pudo embozar a un buen número de sus militantes —por ejemplo, Mario Delgado y Pablo Gómez, dos de los más conocidos, ganaron por el PT— y participar con un número menor de triunfos en la asignación de diputados plurinominales.

No fueron los votos sino la asignación de plurinominales la que llevaron a Morena y sus aliados a tener una representación en la actual legislatura que roza la mayoría calificada (334 diputad@s), lo que les permite cambiar por ellos mismos la Constitución.

De cara a la elección del 6 de junio, el Consejo General del INE puso un “hasta aquí” a esta manera de torcer la ley y gozar de ventajas indebidas en la integración de la Cámara de Diputados. Sumada esta importante medida a las alianzas opositoras en casi el 75% de los distritos, permiten crear un escenario distinto al de 2018. Desde luego, serán las y los electores quienes con su voto definan la conformación de la próxima legislatura.

La restauración de las mayorías absolutas —y hasta calificadas— en la actual Legislatura ha mostrado ser dañina para el equilibrio de poderes en México, para la calidad de las leyes que se aprueban y para el fortalecimiento del proceso democrático de nuestro país.

“Voto útil” es votar por Va por México, otorgando el voto a cualquiera de los tres partidos que la integran. Sin embargo, en Yucatán no se logró la alianza de PAN, PRI y PRD. Aquí, candidatas y candidatos representan sólo a sus partidos, aunque PRI y PAN tengan como adversario común a Morena, que en 2018 dio el “campanazo” al ganar el tercer distrito federal de Mérida.

Voto Útil en los congresos de los estados. Esta elección es quizá la que menos pasiones despierta, a pesar de su enorme importancia. El poder legislativo de los estados forma parte del Constituyente Permanente, pues aprueba o rechaza las reformas constitucionales realizadas en el Congreso de la Unión. Actualmente, Morena cuenta con mayoría en 17 congresos locales, es decir, la mitad más uno, lo que le permite definir desde los estados los cambios que se aceptan, o bien retardar y rechazar los que no convengan a su gobierno.

En las entidades con alianza opositora, habrá opción para emitir el voto en favor de alguno de los partidos que la conforman. Donde no la haya, como en Yucatán, no olvidar que el adversario común es Morena.

En varias ocasiones, en este mismo espacio, he realizado referencias al enorme riesgo de regresar al pasado, cuando el partido gobernante tenía predominio absoluto en las cámaras de Diputados y de Senadores. La elección de 2021 es la oportunidad de retomar el camino de la pluralidad, del acuerdo y la negociación para lograr mejores leyes.

Algo no hemos hecho bien en esta legislatura porque abundan las acciones de inconstitucionalidad, las controversias y los amparos contra numerosas reformas que la mayoría de Morena ha aprobado por consigna.

Si Morena refrendara su mayoría absoluta, entraríamos a una espiral de cambios legislativos, incluso constitucionales, que nadie podría detener, en perjuicio de la democracia, la competencia y la pluralidad que con tanta dificultad habíamos comenzado a trazar.

Por todas estas razones, si hay alianza, adquiramos pinzas para tender la ropa y pongámoslas en nuestras narices para poder votar por la opción opositora. Quizá no huela a rosas, pero sí tiene aroma de futuro, de retomar la senda democrática que brevemente, por tres años, ha estado en riesgo de desdibujarse.— Mérida, Yucatán.

dulcesauri@gmail.com

Licenciada en Sociología con doctorado en Historia. Ex gobernadora de Yucatán y presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados

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