Buena venta han registrado los comercios de piñatas de la ciudad, principalmente las figuras de estrellas también llamada de “siete picos”, las más tradicionales de esta época, y que de acuerdo a la tradición religiosa, cada pico corresponde a cada uno de los siete pecados capitales.
La producción de piñatas decembrinas comenzó desde hace seis meses, ya que el moldeado al hacerse a mano, lleva mucho tiempo; aproximadamente hace quince días comenzó el montaje de los picos a los cuerpos de las piñatas, para facilitar el almacenamiento en las bodegas. Se estima que cada fabricante de piñatas elaboró a mano unas tres mil piezas, con materiales locales, de la Ciudad de México y de Guadalajara.
Se elaboraron piñatas desde 35 cm hasta 1.80 metros, con una gama de colores intercambiados para evitar el plateado en su totalidad, debido a que el año pasado muchos clientes no querían la combinación de un color con material brillante.
Los comerciantes mencionan que a pesar de que la figura con más demanda es la estrella de picos, los fabricantes mencionan que “un fenómeno que surgió este año es que la gente pide a sus personajes favoritos vestidos de atuendo navideño o con algún accesorio como gorritos, narices de reno o bufanda, por ejemplo, Mickey Mouse.
Los fabricantes realizan 300 piñatas extras más baratas con papel crepé, para distribuir a clientes de la industria dulcera que hacen sus entregas con la piñata llena; este año, la mayoría de los comercios implementaron el servicio de pedidos bajo encargo vía Facebook por medio de su página, donde cada cliente manda su diseño o imagen y se le realiza a semejanza, al menos con una semana de anticipación.