César Rogelio Reyes Barrueta, uno de los implicados en el caso del feminicidio de Ema Gabriela Molina Canto, cambiará la prisión domiciliaria por un brazalete que deberá portar en todo momento, además, tendrá que acudir a firmar dos veces por semana al Centro Estatal de Medidas Cautelares, luego de un acuerdo entre las víctimas indirectas del crimen y la Fiscalía General del Estado (FGE).
Ligia Canto Lugo, la víctima indirecta, mencionó que esta acción forma parte del acuerdo que modifica las medidas cautelares del testigo protegido al aportar el testimonio que incrimina al ex esposo de Ema Gabriela, Martín Medina Sonda, actualmente preso en un penal de Tabasco; Reyes Barrueta adelantó su testimonio ante un juez de control, en el que narró cómo Medina Sonda le encargó dar un “susto” a Ema Gabriela, para lo cual contrató a un sujeto apodado “El Cachorro”, quien a su vez delegó el trabajo a Jonathan Mézquita Ávalos y Óscar Miguel López Tobilla, ambos ya condenados a más de 40 años de cárcel.
La defensa de César Rogelio argumentó que César Rogelio “teme por la vida de su familia”, pues han recibido amenazas luego que aceptó testificar en contra de su ex amigo a cambio de una sentencia menor y otros acuerdos que permite el Nuevo Sistema de Justicia Penal.
Ligia Canto, madre de la víctima, declaró que se trató de una decisión “dolorosa”, pero aceptó que es necesaria para llegar a la “cabeza del pulpo”, que es Medina Sonda.
En estos momentos el proceso se encuentra en etapa de resolución de amparos, pues tanto Medina Sonda como “El Cachorro” han recurrido a la justicia federal para contener la acción de la justicia.