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Dulce María Sauri Riancho*
Fuente: Diario de Yucatán
Existe un numeroso grupo de personas que, con insistencia y a ratos con desesperación, preguntan qué pueden hacer para corregir el rumbo del país. No son militantes de partido, es más, ni siquiera políticos en el sentido más convencional del término. Son vecinas, compañeros de generación de la primaria, de la secundaria o de la universidad; pueden ser jóvenes que no encuentran perspectiva clara para su futuro. Son pequeños empresarios y papás de niñas y niños con enfermedades catastróficas o que apenas inician sus estudios.
Se acalambran cuando escuchan de la candidata oficial que habrá continuidad en el próximo gobierno que aspira a encabezar.
Se preguntan: “¿Nos proponen continuar con la violencia y la inseguridad? ¿Con el desabasto de medicinas? ¿Con la polarización social que divide a la sociedad en buenos y malos?” Ellas y ellos sienten que nada pueden hacer frente al tsunami que, intuyen, se va formando en México y que amenaza con arrasar al país.
Para las y los ciudadanos que no se quedarán esperando el milagro de la salvación, sino que están dispuestos a trabajar, les informo que se acaba de editar un pequeño libro, que se llama Cómo vamos a ganar el 2024, con un subtítulo que lo hace traje a la medida de las inquietudes ciudadanas: Manual de Organización Política para No Políticos. El autor es Fernando Vázquez Rigada.
Este libro nos dice que ES POSIBLE salvar a México —y a Yucatán—, ganar las elecciones de 2024: “Es una radiografía antes de que sea una autopsia. Es un llamado al sentido de urgencia. Es una convocatoria a dejar la crítica y pasar a la acción”. Nos invita a no dejarnos abrumar por la machacona insistencia de “este arroz ya se coció”.
La palabra mágica para quienes queremos un futuro distinto para México es “Alianzas”. Primero, entre partidos políticos. Pero ¡ojo! Si la alianza surge y se queda en un acuerdo de cúpulas: “Es como un árbol cuyas ramas se entrelazan, pero no tienen raíces”. Las y los políticos del PRI, del PAN, del PRD, tenemos que dialogar, discutir, convencer a nuestras compañeras y compañeros de partido para dejar atrás ese arraigado sentimiento: “si voto por el PAN, se me seca la mano” mismo dicho que se aplica a los panistas, cuando se trata del PRI. Por eso es necesaria una “Pedagogía Profunda: paciente, dilatada”, intensa, DE QUE EXISTE UN BIEN SUPERIOR QUE HAY QUE SALVAR: es Yucatán, es México.
Los partidos políticos tienen que estar dispuestos y convencidos para ser eficaces. No se trata solo de una alianza de partidos, que es condición necesaria pero no suficiente, pues “La suma de los partidos nos mete a la carrera. La sociedad nos da propulsión”.
No olvidamos que la gran energía del Frente Amplio surgió de la sociedad, de la Marea Rosa. Estamos creando una nueva identidad partidos-ciudadanía. Cuando nos pregunten: “Qué somos?, responderemos: Una alianza de demócratas independientes que luchan por la libertad y la justicia para todas y todos”.
Vázquez Rigada nos hace una propuesta: “…dejen de hablar del presidente. Lo que más lo daña es el silencio”. Y nos demanda: Nunca repita los códigos verbales del poder hegemónico, o sea, las descalificaciones del presidente y sus aliados políticos a los que no piensan o actúan como ellos quieren.
El autor nos propone hablarles a las clases medias, aquellas que si continúan las políticas de Morena se extinguirán en seis años más. Comprometerse con las mujeres: “No son un grupo más, deben ser un nodo dirigente, de avanzada”. Sus demandas de Igualdad, de Respeto, combate a la violencia en su contra y la propuesta para el derecho al cuidado, son centrales. Hablarle a las y los jóvenes, “el segmento que más se abstiene”. Hacer nuestras sus demandas sobre el medio ambiente y sustentabilidad, igualdad de género, libertad sexual, deporte, animalismo. Ellos, 36 millones menores de 40 años, no conocieron el México de antes de la alternancia. Hacerlos conscientes de lo que pueden perder es nuestra obligación.
La parte final del libro está dedicada a Se Puede. Se puede ganar con una gran participación ciudadana. Se puede, si vencemos la apatía de 15 millones de votantes independientes, los convencemos y votan.
Se puede, si las clases medias y la población con mayor escolaridad, los más abstencionistas, se sacuden y se defienden con su voto.
Se puede, con buenos candidatos y candidatas, si los partidos vuelven sus ojos hacia la representación de la ciudadanía, no solo de los suyos.
En Yucatán, nuestras causas son la Libertad, la Igualdad, la Justicia, la Seguridad. Queremos seguir libres y seguras: las mujeres y las jóvenes, para transitar con tranquilidad, hasta bien entrada la noche; libres y seguros: los productores de limón del sur, los que reportan más de 180 mil toneladas cosechadas, de que no vendrán a extorsionarlos, a cobrarles protección por el crimen organizado, como en Michoacán. Libres y seguras las madres de niñas y niños con cáncer, para acudir al O’Horán y encontrar los medicamentos para sus hijos. Libres y seguros en un transporte público digno, para trasladarse a las escuelas y a los centros de trabajo que se están expandiendo. Las familias yucatecas, libres y seguras para poder criar y sacar a sus hijos adelante, para que vivan mejor que ellos.
El libro va acompañado de propuestas muy concretas para organizarnos como ciudadanos, sin perder de vista que los “like”, los TikTok, Instagram y WhatsApp solo son desahogos si no van acompañados de movilización para asistir a las urnas y votar el próximo 2 de junio.
Todas y todos podemos participar, empujar conjuntamente hacia el rumbo de paz y concordia que queremos para México y para Yucatán. El Manual nos da la guía, nosotr@s ponemos la voluntad y las ganas de lograrlo.
P.D. El jueves 20, se presentó este libro en Yucatán (de venta en Amazon).
En la presentación estuvo el autor, quien esto escribe como comentarista y el gobernador Mauricio Vila, que explicó cómo se ganaron las elecciones de 2018 y 2021 y concluyó con interesante mensaje político. Me quedó claro que no pretende embajada alguna a cambio del triunfo oficialista en Yucatán. Lo dijo con esas palabras. ¡Qué alivio!— Mérida, Yucatán.
dulcesauri@gmail.com
*Licenciada en Sociología con doctorado en Historia. Ex gobernadora de Yucatán