- El foro servirá para enriquecer las iniciativas que han sido turnadas a la Comisión, a fin de proteger a las infancias de los efectos de este tipo de violencia, García Segura, diputada de Morena.
- Las y los menores son sujetos de derechos, como la no discriminación, la participación, el desarrollo, la inclusión, la representación efectiva y el acceso a una vida libre de violencia, magistrada Laura Angélica Ángeles Zamudio.
Micaela Márquez
SemMéxico, Ciudad de México, 24 de marzo del 2023.- Para que los sistemas de protección de las niñas, niños y adolescentes encuentren una base jurídica que permita su máximo potencial en materia de violencia vicaria, en la Cámara de Diputados se realizó el foro “Violencia vicaria. La garantía y protección de derechos de niñas, niños y adolescentes frente a la violencia en los conflictos parentales”.
Organizado por la Comisión de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia, que preside la diputada priista Ana Lilia Herrera Anzaldo, explicó que se tienen tres iniciativas turnadas sobre violencia vicaria por lo que es una gran responsabilidad analizar los datos que ayuden a dictaminar sobre esta violencia que involucra a las hijas e hijos.
Explicó que el pasado 8 de marzo se aprobó un dictamen que reforma la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, donde se considera a la violencia vicaria como una agresión distinta a la familiar y que incluye sanciones a las personas servidoras públicas que retrasen o entorpezcan el desarrollo de los asuntos relacionados en la materia.
Gabriela Polo Herrera, de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección a Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), dijo que es fundamental colocar al centro de la discusión legislativa el interés superior de la infancia, ya que no solamente es la armonización del marco legislativo, sino también de las políticas públicas y la coordinación interinstitucional.
“Nos toca trabajar en el cambio cultural para encontrar mejores formas de transmitir y transformar la crianza que tenemos, que es una cultura adulto céntrica y patriarcal, que ha colocado a las y los menores en una situación de mayor vulnerabilidad”.
Es la violencia donde se agrede a hijos e hijas para dañar a la mujer
Marisol García Segura, diputada de Morena, puntualizó que el foro servirá para enriquecer las iniciativas que han sido turnadas a la Comisión, a fin de proteger a las infancias de los efectos de este tipo de violencia, que puede definirse como la agresión que busca hacer daño a una mujer a través de sus hijas e hijos. En ocasiones, dijo, sustraen a las y los menores de edad sin el consentimiento de la madre, mintiendo a las niñas y niños para que se pongan en contra de ella o, incluso, hacer daño físico a las propias hijas e hijos, simplemente para provocar dolor y angustia a la madre.
La diputada panista Margarita Zavala Gómez del Campo dijo que el rostro de la violencia vicaria son las madres e hijos/as separados, debido a que el padre agresor, al no poder seguir violentando a la mamá, utiliza a las y los hijos para causarle sufrimiento. Destacó que cuando una mujer requirió el valor de concluir una relación de pareja es donde comienza la pesadilla para ella, las hijas e hijos, y cuando denuncian hay complicidades con las autoridades.
El especialista Juan Martín Pérez García, coordinador de Tejiendo Redes Infancia celebró que se dé la discusión no solo por la función legislativa sino para colocarse en el paradigma de los derechos humanos de las y los menores para no afectarlos en un afán de proteger los derechos de las mujeres.
José Antonio Ruiz Hernández, de la oficial nacional de Protección a la Infancia de UNICEF, aseguró que las adolescentes son las más afectadas por la multiplicidad de violencia en México, pues no son sujetas solo por su edad, sino por su género, y muchas veces las instituciones no están preparadas para responder a esta situación. “No se les dota de herramientas a fin de tener un mecanismo protector”.
Dijo que los procesos de crianza deben estar acompañados de mecanismos de protección contra la violencia porque cuando esta se presenta en edades tempranas, al normalizarla se tiene mayor vulnerabilidad ante la agresión sexual o de pareja.
Las y los menores no deben ser apartados de la resolución del conflicto
La magistrada Laura Angélica Ángeles Zamudio, coordinadora de Jueces Civiles del Poder Judicial de Guanajuato, señaló que resulta de suma importancia que las y los menores no sean apartados en la resolución de conflictos. Explicó que las y los menores son sujetos de derechos, como la no discriminación, la participación, el desarrollo, la inclusión, la representación efectiva y el acceso a una vida libre de violencia.
Precisó que en los juicios donde hay violencia entre niñas, niños, adolescentes y/o mujeres, se debe ver el tema de la lealtad procesal de abogadas y abogados, porque el juzgador requiere analizar cuestiones de género, vulnerabilidad, derechos de niñas, niños, adolescentes y derechos de las mujeres, pero también de la otra parte, pues en la práctica es difícil resolver una orden de protección, cuando hay dos panoramas totalmente distintos.
Diana Mora, de la Clínica Jurídica de la Universidad Iberoamericana, resaltó la relevancia de abrir espacios donde se discuta la protección de las y los menores, ya que se les trata como propiedad privada y se les coloca en mayor desprotección. Deben atenderse de manera diferenciada los conflictos de la violencia porque hay niveles impresionantes de agresiones dentro de las familias. Si se trata de resolver un conflicto como si fuese una violencia, se corre el riesgo de afectar a las distintas partes.
Cinthya González Téllez Girón, especialista en Derechos Humanos indicó que en el último año el tema de la violencia vicaria tomó mucha fuerza a nivel nacional. Mencionó que, aunque se sabe que les corresponde a las entidades asignar presupuesto a las fiscalías locales, se debe fortalecer el recurso, pues no siempre las y los menores cuentan con abogados/as que representen a sus intereses.
Laura Karina Ramírez Jiménez, procuradora de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes y la Familia del estado de Hidalgo, expuso que la brecha de género provoca que mujeres sigan asumiendo el papel del cuidado y crianza, cuando debe ser responsabilidad compartida. Propuso establecer mecanismos de reeducación para quienes ejercen responsabilidades paternales y escuchar a las y los menores, a fin de garantizar una toma de decisiones benéfica a su desarrollo, además de fortalecer a las procuradurías de Protección de las Niñas, Niños y Adolescentes.
Yuli Pliego, abogada litigante de la Oficina de Defensoría de Derechos de la Infancia, aseguró que es un momento importante para reflexionar sobre un tema complejo, en el que nos damos cuenta de que faltan cosas por precisar. “Hay que entender que los conflictos familiares son cotidianos en las relaciones en los que muchas veces están involucrados las y los menores, pero no quiere decir que sea de manera maliciosa, sino porque forman parte del núcleo, por lo que es válido que de repente tengan rechazo hacia uno de sus progenitores, sin que ello signifique manipulación”.
SEM/MG