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Mérida, 17 de diciembre de 2025.- En su última conferencia del año, el gobernador Joaquín Díaz Mena abordó los temas que han generado mayor tensión en las últimas semanas: el rechazo legislativo al crédito de más de mil millones de pesos, el conflicto vecinal con la empresa Engie en el fraccionamiento Gran Calzada, la crisis heredada del transporte público Va y Ven, el malestar del sector empresarial por el aumento al impuesto sobre nómina, y una advertencia directa a sus colaboradores sobre el trato a la ciudadanía.
Sobre el empréstito rechazado por la oposición en el Congreso local, el mandatario explicó que los recursos estaban destinados a tres proyectos prioritarios: la primera etapa del anillo metropolitano, obras complementarias en los polos de bienestar y la construcción del Centro Estatal para la Atención del Espectro Autista. Ante la negativa legislativa, anunció un plan alternativo que consiste en rescatar el edificio del antiguo CAIMEDE con una inversión inicial de 10 millones de pesos, mientras gestiona recursos federales y organiza eventos para recaudar fondos. «No vamos a avanzar a la velocidad que hubiéramos querido», reconoció.
Diálogo por conflicto vecinal
En cuanto al conflicto entre vecinos de Gran Calzada y la empresa energética Engie, Díaz Mena aseguró que su gobierno ha dado seguimiento al caso desde octubre pasado mediante mesas de diálogo, un dictamen técnico y una solicitud formal a la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente federal para que realice una verificación especializada. «Este gobierno dialoga, acompaña y responde porque la voz de la gente siempre debe ser escuchada», afirmó, aunque no ofreció detalles sobre la naturaleza específica de las afectaciones denunciadas por los habitantes. Durante la transmisión en vivo mediante la plataforma Facebook, el punto recurrente de los comentarios fue el de Gran Calzada.
El tema del transporte público Va y Ven emergió como la mayor preocupación del gobernador. Calificó el sistema como «una herencia mal planeada» que «quebró en 2025» y representa un riesgo para las finanzas estatales en 2026. Reveló que finalmente se realizó el estudio de origen-destino que nunca se elaboró cuando inició el sistema, y que con base en esos resultados se trabaja con los empresarios transportistas en un rediseño de rutas. En tono crítico, señaló que el proyecto «se mal planeó o se hizo con alevosía y ventaja sabiendo que no tenía ninguna lógica económica, financiera».
Respecto a la inconformidad del sector empresarial por el incremento del impuesto sobre nómina —que pasó de 3% a 3.75%—, el gobernador relató que recibió a representantes del sector en Palacio de Gobierno un domingo para escuchar sus inquietudes. Como resultado de ese diálogo, solicitó al Congreso exentar del pago a las micro y pequeñas empresas. Además, condicionó los apoyos crediticios del gobierno a que los beneficiarios se formalicen, como medida para reducir el 58% de informalidad que reporta el empresariado. «Algunos ya le dieron la vuelta a la página; algunos otros llegaron tarde a la discusión», comentó sobre las posturas divididas en el sector privado.
Exige trato digno ciudadano
En un mensaje dirigido a su gabinete y a los trabajadores del gobierno estatal, Díaz Mena fue enfático: está «contento pero no satisfecho» con el desempeño de sus colaboradores. Explicó que cada funcionario representa al gobernador ante la ciudadanía que acude a las dependencias, por lo que exige un trato con «humanismo, humildad y honestidad». Fue más allá al advertir que si un ciudadano es maltratado, «la mentada de madre también es para mí», y sentenció: «El que no le guste atender bien a la gente, pues que renuncie. Lo podemos mandar a una biblioteca a investigar algo».
La conferencia también sirvió para presentar un balance económico favorable del primer año de gobierno, con datos expuestos por el secretario de Economía, Hermilo Barrera: crecimiento estatal de 1.7% (tres veces superior a la media nacional), inflación reducida de 5.2% a 3.68%, empleo formal en máximo histórico con 443 mil puestos, y desempleo de apenas 1.3%. Asimismo, el gobernador destacó la aprobación del presupuesto 2026 por 64,750 millones de pesos, con énfasis en salud, programas sociales, seguridad e infraestructura.
Al cerrar su última mañanera del año, Díaz Mena evitó calificarse a sí mismo cuando los reporteros le preguntaron cómo evaluaba su gestión. «Son los ciudadanos quienes tienen que calificarme. No quisiera caer en autocomplacencia», respondió, aunque reconoció sentirse «en deuda» con los yucatecos, una deuda que dijo pagar «trabajando todos los días». Anunció que continuará con giras de trabajo hasta el último día de 2025, visitando municipios para entregar apoyos, y adelantó que 2026 «viene mejor porque hay planeación, equipo y un proyecto que pone a los ciudadanos en el centro».
