viernes , 19 abril 2024
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Unió al mundo a su hora

Franck Fernández*

Fuente: Diario de Yucatán

Al ser humano le encanta dividir las cosas. Alto y delgado, blanco y negro, de izquierda o de derecha, arriba o abajo, al este o al oeste, hoy o mañana. Es precisamente de este y oeste y de hoy y mañana que les quiero hablar hoy.

Más precisamente, les quiero hablar del meridiano que marca el horario universal. El meridiano de Greenwich.

La ciudad de Greenwich se encuentra al sudeste del gran Londres conglomerado y es la sede del Observatorio Real de Greenwich. Este observatorio es la principal atracción de la ciudad, pero también ahí se pueden visitar el Museo Bruce de Historia Natural, el Club de Polo de Greenwich, la iglesia de Santa María, entre otros.

Pues bien, fue el Observatorio Real de Greenwich el lugar escogido para determinar universalmente el meridiano cero y la hora cero.

Fue en la capital de Estados Unidos, Washington, que en el año 1884 se reunieron 25 países para votar a favor o en contra de la ciudad que debería acoger la referencia común de longitud. La ciudad de Greenwich ganó con 22 votos a favor, uno en contra, el de la República Dominicana, y dos abstenciones, Brasil y Francia.

Hasta ese momento en que se creó el Greenwich Mean Time, la mayoría de las ciudades del mundo tenía cada una su propia unidad de tiempo pero, en la medida en que se fueron desarrollando los transportes y los medios de comunicación, se hizo cada vez más patente la necesidad de un tiempo universal, un tiempo que sirviera como referencia, el Greenwich Mean Time (GMT) o, como diríamos en español, Tiempo Medio de Greenwich.

De hecho, los Estados Unidos ya utilizaban como referencia este Greenwich Mean Time antes de 1884. Era la base para su propio sistema de tiempo y para una gran parte del comercio mundial, que dependía de los mapas marítimos utilizando este meridiano de Greenwich como referencia. Ésta es la historia de cómo fue que se consideró que el meridiano de Greenwich fuera considerado como punto de longitud cero.

Pero desde entonces la ciencia ha evolucionado y se ha podido demostrar que la línea real se encuentra no donde lo indica orgullosamente el Observatorio Real, sino a 102.5 metros al este de la línea que se puede ver en el suelo en ese lugar. En nuestros días es este meridiano algo alejado de la línea demarcatoria el que se utiliza como referencia por los satélites para el Sistema de Geolocalización GPS, para los mapas marítimos y también para la navegación aérea internacional.

Hasta esta fecha, cada nación (incluso cada ciudad) definía su hora respecto a la trayectoria del Sol en el cielo considerando que cuando el astro rey alcanzaba su punto culminante en el zénit era mediodía. No es necesario señalar que esto generaba una real anarquía entre una ciudad y otra dentro de un mismo país.

Nuestro planeta está dividido en 24 meridianos, cada uno de ellos indica cada una de las 24 horas del día. El meridiano cero de Greenwich tiene su contraparte en los antípodas, el meridiano 180. Este meridiano pasa por el Océano Pacífico y por algunas de las pequeñas islas que en ese océano encontramos. Por lo que, si se traza en el piso una línea que indique este meridiano 180, de un lado estaríamos en el día de hoy y del otro lado de esa línea en el día de ayer. Si pusiéramos un pie en un lado de la línea y el segundo pie en la otra parte de línea, de plano estaríamos entre ayer y hoy. La razón es sencilla por descabellada que parezca, es precisamente ahí que se realiza el cambio de hora para determinar el día de mañana.

Esta necesidad de tener una línea de demarcación que determine cuándo comienza el día ya fue expuesta por Nicolás Oresme, obispo de la ciudad de Lisieux en Francia en los años 1400. Este obispo fue consejero del rey francés Carlos V. Ya desde el año 1675, muchos países adoptaron este tiempo medio de Greenwich. La razón es obvia: la navegación y el transporte en general hacían cada vez más necesaria una longitud para su desarrollo y, en la medida en que crecía y se mejoraban los transportes, esta necesidad era más imperiosa. El hecho de que Greenwich fuera tan unánimemente aclamada en la Conferencia de Washington en 1884 fue debido a que el 80% de los intercambios comerciales del mundo, particularmente los marítimos, ya utilizaba este meridiano como referencia.

También era el caso de los ferrocarriles norteamericanos, que utilizaban el Greenwich Mean Time para cronometrar el sistema ferroviario nacional.

Así que cuando de ahora en delante le hablen de GTM, con el signo más o el signo menos delante, comprenderá que se trata del horario de Greenwich, el que es considerado referencia mundial y también conocerá de dónde viene tan importante acuerdo internacional.

*Traductor, intérprete, filólogo.

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