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La agrupación “UADY sin Acoso” urge a que se apruebe el Protocolo para la prevención, atención, y sanción de la Violencia de Género, Discriminación, Hostigamiento y Acoso sexual en la Universidad Autónoma de Yucatán.
En medio del escándalo por una denuncia de acoso y presunto abuso sexual en la Preparatoria 1 de la UADY, la agrupación “UADY sin Acoso” difunde el siguiente comunicado:
A la comunidad estudiantil y público en general; en relación con la denuncia pública de acoso en la escuela preparatoria número uno de la Universidad Autónoma de Yucatán.
Como se ha manifestado con anterioridad, hacer visible el problema de acoso, hostigamiento y/o cualquier violencia dentro de los espacios educativos —con énfasis en la violencia de género— es de vital importancia en una sociedad donde la violencia no deja de crecer. Hablar hoy de acoso y hostigamiento, es un acto de prevención a violencias más grandes, detener una previene que estas escalen y terminen en un feminicidio.
El cambio es posible con el compromiso de las instituciones educativas, es por ello que reconocemos la importancia del comunicado compartido por la Universidad, coincidiendo en la importancia de la legalidad, la justicia y la conducción del debido proceso.
Este caso sirva para evidenciar la importancia de la pronta aprobación del “Protocolo para la prevención, atención, y sanción de la Violencia de Género, Discriminación, Hostigamiento y Acoso sexual” de nuestra casa de estudios. Pues dicho protocolo ha demorado lo suficiente, y su aprobación es de urgencia.
También agradecemos que la Universidad externara en su comunicado el compromiso que tiene como institución, para que entre la comunidad universitaria exista una convivencia armónica, segura y libre de todo tipo de violencia, con énfasis en la violencia de género.
Aprovechando este compromiso manifestado, hacemos un recordatorio urgente de los casos de acoso y hostigamiento que aún continúan sin resolverse dentro de la Universidad; en donde ha habido impunidad, simulación, revictimización e incluso se pone en riesgo a las víctimas con las resoluciones.
Esperando que una denuncia pública no sea el causal para intervenir de manera inmediata en la solución de un caso, no nos queda más que solicitar transparencia en el proceso de este y de cualquier otro caso de acoso y hostigamiento dentro de la Universidad.
Felicitamos y reconocemos la valentía de la compañera por realizar la denuncia, y a la comunidad estudiantil de la preparatoria número uno, por el apoyo hacia su compañera.
Alzar la Voz es de vital importancia, pero servirá de poco si como institución educativa no existe un compromiso en la solución inmediata de las denuncias.
