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A pesar de que el dengue este año ha presentado una baja considerable de casos respecto a 2015, para 2017 se esperan un incremento, según aseguran expertos.
“La historia natural de estos virus, en particular la del dengue, muestra que se registran brotes fuertes cada dos o tres años”, explicó José Ramos Castañeda, investigador experto en enfermedades tropicales del Instituto Nacional de Salud Pública. En 2015 hubo un importante número de casos de dengue en Yucatán; ese año concluyó con mil 502 casos confirmados; este año, la cifra es apenas de 357.
A nivel global, la última gran epidemia de dengue fue en 2013; en Yucatán, ese año, el registro de casos fue superior a los dos mil 700. En los meses de frío los mosquitos reducen su actividad y se resguardan dentro de las casas por la temperatura cálida.
“El dengue es una enfermedad cíclica, en la que se empieza a tener un mayor número de casos cada cierto tiempo. Se pensaba que este año sería uno más alto en contagios por este virus, pero ahora hay que prepararse para el próximo”, expresó Ramos Castañeda, quien fue parte del grupo de expertos en dengue consultados para el desarrollo de la vacuna contra esta enfermedad.
El virus del dengue se transmite a través de la picadura del mosco Aedes aegypti. Los síntomas de esta enfermedad incluyen fiebre alta, dolor articular y pérdida de líquidos en los casos graves. Expertos consideran que la picadura de mosquito que transmite el virus dengue, chikungunya y zika ha disminuido en los últimos tres meses del año por la baja en las temperaturas; no obstante, se espera un repunte para febrero y marzo de 2017.
“Hacia finales de año, en temporada de bajas temperaturas por los frentes fríos, el metabolismo del mosco vector, Aedes aegypti, se hace más lento, por lo que el insecto tiende a ocultarse. Esto hace que los moscos ya no piquen con la misma frecuencia que durante la temporada de calor, y en consecuencia, se reduzcan los casos de contagio”, explicó Julián García Rejón, entomólogo e investigador del laboratorio de Arbovirología del Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi” de la UADY.
Agregó que pese a que en los meses de frío los mosquitos adultos reducen su actividad, si se encuentran en el interior de una casa conservan la temperatura de ésta, ya que sólo a muy baja temperatura (cerca de cero grados), los adultos se mueren, pero los huevecillos son capaces de sobrevivir durante el invierno.
“Con el frío, los huevecillos del mosco no quedan eliminados, sino que se encuentran en reposo en el borde de recipientes de agua, aguardando la llegada de temperaturas favorables para que las larvas broten”, advirtió.
Autoridades de la Secretaría de Salud recomiendan eliminar los criaderos como macetas y tapar los tanques o depósitos de agua.
Entre febrero y marzo se prevé comience el repunte de casos de dengue, por lo que recomiendan eliminar los posibles criaderos del mosco, donde los huevecillos aguardan que concluya el invierno para brotar en larva.
