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En los últimos años, varios de los 106 municipios que conforman el estado de Yucatán han demostrado ser particularmente vulnerables a los efectos de los huracanes y tormentas tropicales, que derivan en inundaciones, en por lo menos 24 municipios, que marcan una tendencia.
Entre los municipios más afectados se encuentran Motul, Izamal, Tizimín, Valladolid, Tekax, Oxkutzcab, Santa Elena, Peto, Maxcanú y Celestún. Otros municipios que han experimentado inundaciones significativas incluyen Conkal, Panabá, Chemax, Espita, Abalá, Mérida (la capital del estado), Cantamayec, Hunucmá, Tetiz, Tekit y Muna.
Esta amplia distribución geográfica de municipios afectados, que representa, según el Atlas de Riesgos de Yucatán, una porción significativa de los 106 existentes, demuestra que tanto las zonas costeras como las interiores del estado son susceptibles a los impactos de los huracanes.
Inundaciones: Impacto frecuente y grave
Los efectos de estos fenómenos en Yucatán, son diversos. Las inundaciones son uno de los impactos más frecuentes y graves, facilitadas por el terreno kárstico y plano característico de la región. La erosión costera es otro problema importante, afectando a comunidades como Progreso, Dzilam de Bravo y Telchac Puerto. Los daños a la infraestructura, incluyendo edificios, carreteras y redes eléctricas, pueden ser extensos y costosos en muchos de estos municipios.
La formación de huracanes que afectan a Yucatán típicamente ocurre en el Atlántico oriental o el Mar Caribe. Estos sistemas se desarrollan sobre aguas cálidas e, impulsados por los vientos alisios, se desplazan hacia el oeste. Las trayectorias más comunes incluyen la ruta del Caribe, que impacta primero la costa este de la península, y la ruta del Golfo, que afecta la costa norte. Muchos de estos sistemas tienden a curvarse hacia el norte debido al efecto Coriolis y a los sistemas de alta presión en el Atlántico, lo que puede resultar en que algunos rocen la península o pasen cerca sin tocar tierra.
Económicamente, los huracanes que impactan la Península, pueden tener un impacto devastador en sectores clave de los municipios yucatecos. La agricultura, especialmente en cultivos como maíz, frijol y cítricos, puede sufrir pérdidas graves. El turismo, vital para la economía de muchos municipios, a menudo se ve interrumpido durante y después de estos eventos. La pesca, importante para las comunidades costeras, puede verse afectada por semanas, impactando la economía local.
Ecosistemas y patrimonio cultural de Yucatán en problemas
Los ecosistemas de los municipios también se ven gravemente afectados. Los manglares, necesarios para la protección costera, sufren daños extensos. La fauna silvestre, incluyendo aves migratorias y especies endémicas, puede verse desplazada. Los cenotes y sistemas subterráneos de agua, característicos de la región y presentes en numerosos municipios, corren el riesgo de contaminarse debido a las inundaciones.
El patrimonio cultural de Yucatán, distribuido a lo largo de sus 106 municipios, no está exento de riesgo. Los sitios arqueológicos mayas y las estructuras históricas en ciudades como Mérida pueden sufrir daños por vientos fuertes e inundaciones, amenazando la preservación de este invaluable legado histórico.
Frente a estas amenazas, Yucatán trabaja en mejorar su preparación. Se han implementado sistemas de alerta temprana más efectivos, programas de educación sobre huracanes en escuelas y comunidades, y se ha priorizado la construcción de infraestructura más resistente en zonas costeras. Las autoridades estatales y municipales, junto con organizaciones de protección civil, trabajan constantemente para mejorar la capacidad de respuesta y mitigar los impactos de los huracanes en todos los municipios.
Es importante destacar que el cambio climático podría estar influyendo en la intensidad y frecuencia de estos fenómenos meteorológicos.
