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50 años de lucha contra la violencia a la mujer; el camino para forjar derechos

  • En 1975 se realizó la primera Conferencia Mundial sobre la Mujer en México, un evento convocado por la ONU. Fotos: Archivo Excélsior
  • Seis pioneras del feminismo relatan cómo, México, impulsó reformas trascendentales, como la igualdad constitucional y la creación de las primeras leyes para combatir la violencia de género,
  • Ello logró que la sociedad reconociera que la violencia contra las mujeres no es natural ni debería ser normalizada

Ivonne Melgar *

SemMéxico, Cd. de México , 25 de noviembre, 2025 .-Seis protagonistas de los cambios que fueron nombrando, denunciando e intentando castigar a la violencia contra las mujeres hablan del significado que para México tuvieron el Año Internacional de la Mujer en 1975 y la Conferencia Mundial de Beijing en 1995.

Investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Veracruzana, Mireya Toto Gutiérrez sostiene que, como movimiento social, el feminismo mexicano se fue abriendo camino y nutriéndose de lo que hacían las estadunidenses y europeas, aprendiendo la importancia de trabajar juntas y que “los problemas que teníamos no se iban a solucionar si no había movilización y articulación de los diferentes esfuerzos”.

Pensamiento y acción feminista caracterizan a las impulsoras de las leyes de vanguardia que en México han ido visibilizando las violencias normalizadas, como Patricia Olamendi Torres, quien como diputada federal fue una de las impulsoras de la ley que, en 1989, castigaba la violación agravada, en medio de un debate en el que se habla de la necesidad de creer en la palabra de la mujer, dando paso a las agencias especializadas en delitos sexuales.

Para Olamendi, la Conferencia Mundial de 1975, realizada en el entonces Distrito Federal, resulta crucial porque, como bienvenida, ocurren dos reformas que “son una gran aportación y siguen hasta la fecha siendo trascendentales: la del artículo Cuarto Constitucional que plantea el principio de igualdad entre hombres y mujeres, fundamento para toda la política pública que se ha generado, y el derecho de decidir de manera libre y con conocimiento sobre tu maternidad”.

La periodista Sara Lovera López, pionera en México de la cobertura de la información con perspectiva de género, es decir, asumiendo las desigualdades estructurales, sociales y culturales que atraviesan las vidas de las mujeres, fue testigo de aquella cumbre.

Cronista de este medio siglo de batallas feministas, relata que entonces “en todo el mundo pensábamos que el extremo de la violencia era la violación sexual. Apenas empezábamos a conocer el fenómeno. Y supimos que la violación no era una cuestión pasional sino un problema político, un acto de poder para controlar a las mujeres como ‘arma de guerra’”.

Silvia Hernández Enríquez era una joven diputada federal suplente del PRI. “El tema de la violencia no era sobresaliente. Se implicaba en la denuncia de la desigualdad ante los derechos patrimoniales, la insuficiencia educativa y en el campo de la salud”, reseña.

Ex senadora de la República y exsecretaria de Turismo, plantea que el tema de la violencia surgió como asunto independiente y poderoso, después de la Conferencia de Beijing, a la que ella asistió presidiendo la Delegación de México.

Otra pionera desde la defensa de la salud y los derechos reproductivos es Esther Corona-Vargas,  psicóloga clínica que en 1975 asistió como representante de la Asociación Mexicana de Educación Sexual, quien enfatiza que entonces se hablaba de violencia doméstica, pero todavía no sobre violencia contra  las mujeres y mucho menos sobre violencia de género, una categoría que se acuñaría más tarde.

Para Dulce María Sauri Riancho, primera titular de un mecanismo gubernamental para atender la agenda de las desigualdades de género, en Beijing la principal aportación fue reconocer que la violencia contra las mujeres no es natural y fue un parteaguas para México. “En 1999, se presentó el primer programa dedicado a combatir la violencia contra las mujeres; se promulgó la Ley de Igualdad en 2006 y en 2007 la primera Ley para combatir la violencia contra las mujeres y establecer su derecho a una vida libre de violencias. Beijing potenció el camino, sensibilizó a la sociedad y dio más elementos a las organizaciones feministas para avanzar”.

ENTENDER CARÁCTER DESIGUAL, EL RETO

Protagonista clave en la construcción de la primera institución del Estado mexicano centrada en la agenda para la igualdad de las mujeres, Dulce María Sauri Riancho  define que “el reto principal es entender y asumir el carácter estructural de la violencia que se da a partir de la desigualdad y la discriminación que enfrentan”.

Considera necesario entender que hay violencias directas y violencias reflejas, construidas a partir de los valores y actitudes de la sociedad que todavía asigna papeles distintos a mujeres

y hombres.

Integrante de la Delegación Oficial de México en Beijing, la entonces diputada federal narra haberse preparado con la embajadora Aida González Martínez y destaca el logro de haber construido una sinergia positiva con las representantes de las organizaciones no gubernamentales que acudieron a la Conferencia.

Reseña la ex presidenta nacional del PRI y ex gobernadora de Yucatán que, si bien el Programa Nacional de la Mujer 1996-2000, elaborado por el Consejo Nacional de Población (Conapo), puso énfasis en el tema de la violencia intrafamiliar o doméstica, como se le llamaba entonces, el reconocimiento formal del Estado mexicano de que era un asunto de interés público y no de carácter privado como se había considerado, se dio en voz del secretario de Gobernación, Emilio Chuayffet, el 25 de noviembre de ese 1996, hace 29 años.

A la expresidenta de la Cámara de Diputados le tocó echar a andar el Programa Nacional de la Mujer.

Foto: AFP

Como coordinadora de la Comisión Nacional de la Mujer articulé las acciones de la administración federal para el diseño de políticas públicas que dieran viabilidad al cumplimiento del Programa. En el ámbito local, promoví activamente la instalación de los organismos estatales para el adelanto de las mujeres”, afirma.

Con esos antecedentes, la política e historiadora considera grave que se haya dado en los últimos siete años una disminución de los presupuestos dedicados al combate de los programas de apoyo a las instancias de las entidades federativas y a los refugios.

Muestra la indiferencia de las autoridades gubernamentales que ni siquiera han podido mantener los escasos programas exitosos”, sostiene.

PROMESA DE DERECHOS, LEJOS DE LA REALIDAD

Estamos lejos todavía de lograr que Beijing sea una realidad para todas. Aún no logramos el derecho a una vida libre de violencia para las niñas y las mujeres, y, ahora se ve más lejano, porque el crimen organizado nos ha convertido en mercancías, tenemos los primeros lugares en pornografía infantil, en niñas robadas, desaparecidas para alimentar el mercado de la prostitución”, lamenta la exlegisladora y abogada feminista Patricia Olamendi.

¿De qué no sirve denunciar si se quedan las denuncias guardadas en los escritorios, si las mujeres no son atendidas y después son objeto de feminicidio?”, pregunta.

 Como estudiante de Derecho en Puebla, Patricia Olamendi supo de las grandes aportaciones de la Conferencia de 1975, convirtiéndose dos decenios después en una destacada promotora de la Plataforma de Beijing.

Pugnó por la primera reforma que reconoce la violencia intrafamiliar y la que reconoció la violación en el matrimonio, es decir, que las mujeres no eran propiedad del esposo y tenían derecho a decidir.

Foto: Karina Tejada

Integrante del grupo negociador de la Plataforma de Acción en Nueva York, cinco años después de Beijing, Olamendi sostiene que es la materialización de los derechos contenidos en la Convención Contra Todas las formas de Discriminación de la Mujer.

Al frente del primer programa de la Mujer en el Distrito Federal y subsecretaria de Relaciones Exteriores con Vicente Fox, relata que esa Plataforma no habría sido posible sin Hillary Clinton en la delegación de Estados Unidos.

Tanto a mí (siendo responsable de la agenda de derechos humanos de la Cancillería) como a Cecilia Loria Saviñón, que en paz descanse (titular de Instituto Nacional De Desarrollo Social, Indesol) la agencia de Naciones Unidas para la Mujer UNIFEM nos aseguró recursos para participar en todo el proceso que incluyó el reconocimiento de la condición de seres humanos para las mujeres, el derecho a vivir sin violencia, la violencia en el hogar, las mutilaciones femeninas, la violencia sexual que recorría y sigue recorriendo el mundo, la utilización de mujeres en los mercados de la prostitución y el asesinato de mujeres, por el solo hecho de ser mujeres”, enumera.

“LA AGENDA FEMINISTA HA CAÍDO EN EXCESOS”

El principal desafío del feminismo es construir la próxima etapa con los hombres, con ellos como aliados y socios para la construcción de una sociedad mejor, sostiene Silvia Hernández Enríquez, al considerar que ellos se han sentido excluidos.

A nosotras nos tocó educar a nuestros hijos en la práctica de la igualdad. Allí hay muchos socios para esa alianza que propongo. Ellos están listos para sumarse. ¿Lo están las mujeres?”, afirma.

Y es que considera que la agenda feminista ha derivado en excesos que se alejan de la metas de 1975 y 1995: la igualdad.

La violencia como asunto genérico está imbuida en muchos aspectos de la desigualdad, pero la violencia física, que mata y que perdura es hoy un asunto central del feminismo que ha logrado visibilizarlo.

Foto: Elizabeth Velázquez

Sin embargo, su existencia real y la fuerza que se debe imprimir a su denuncia legítima e indispensable, también ha dado pie a tergiversarla cuando se critica legítimamente la estupidez o la ineptitud reales. Ese es un abuso del concepto”, cuestiona.

A las nuevas generaciones les toca la estafeta”, confía, quien siendo coordinadora de Insurgencia Nacional de Mujeres reunió hace 50 años a las  connotadas del momento con las jóvenes para producir una agenda que fue expuesta en la reunión organizada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Veinte años después presidió la Delegación de México en Beijing. Y, a nombre de todas las integrantes, entregó el Plan y las metas de la Conferencia, solicitando al gobierno llevarlo a cabo. “Así lo hizo y así cumplió el presidente Zedillo”, dice.

“LAS IDEAS SIN ACCIONES RALENTIZAN EL CAMBIO”

Revertir el debilitamiento del Estado de Derecho que profundiza la afectación a los derechos humanos de las mujeres que hoy sufren la indiferencia de las instituciones, es el principal desafío para Mireya Toto Gutiérrez del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Veracruzana.

En 1975 era estudiante del doctorado en Derecho Público en Francia y participaba en la Liga de los Derechos de la Mujer que presidía Simone de Beauvoir y en los preparativos del Tribunal Internacional de Crímenes Contra las Mujeres.

Soy académica, pero entiendo que las ideas sin la acción se quedan sin consecuencias para la transformación social”, sostiene la abogada defensora de Elvira Luz Cruz, caso parteaguas en el discurso jurídico, al abordar en 1986 el homicidio de sus cuatro hijos desde la perspectiva de la condición de la mujer.

Colaboradora de la revista Fem y fundadora de la Coalición de Mujeres Feministas en los 70, en 1989, con Luis de la Barreda, presentó en Cámara de Diputados la ponencia: Violación, urgente reforma, proponiendo las futuras agencias especializadas en delitos sexuales.

En 1975 pusimos en el radar el tema; Nairobi (la Cumbre Mundial de la Mujer en 1985) fue fundamental porque hablamos de derechos y de hacer construcciones jurídicas. Y en Beijing hablamos de instituciones, porque si las políticas públicas se quedan en papel son letra muerta”, dice.

Sostiene que, con esas conferencias, los derechos de las mujeres se definen como derechos humanos y que su protección es obligación del Estado.

Por eso lamenta que éste se haya debilitado con las reformas judicial y de amparo.

FALTA CONCRETAR MECANISMO ANTICRIMEN

Responsable de prensa en la reunión de las feministas independientes de todo el mundo, paralela a la Conferencia Mundial de 1975, la periodista Sara Lovera tenía cuatro años  de militar en Mujeres en Acción Solidaria (MAS) que desde 1971 fundó Antonieta Rascón.

Como participante de un movimiento que hace medio siglo ya reivindicaba el aborto libre y gratuito; el no a la violencia contra las mujeres y la libre opción sexual sostiene que ahora el principal desafío es hacer posible el Programa Integral para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (PIPASEVM), creado en 2009.

Fundadora de las agencias CIMAC y SemMéxico considera que también se necesita que funcione el Sistema Nacional de Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres (SNPASEVM), mandatado por la Ley de Acceso.

Foto: El Sol de México

Sara Lovera, editora de género en la OEM sostiene que ambos pendientes desafían a la Presidenta que llegó al poder sin recursos para concretarlos.

A cargo de decenas de talleres de capacitación que tomaron centenares de trabajadoras de los medios en todo el país, la periodista enumera de memoria los cambios legislativos y sus impactos: desde el Código Civil de 1931 que consideró a la violación como un delito, con una multa equivalente al robo de una vaca que las hizo protestar.

 El Centro de Apoyo a las Mujeres Violadas en 1980, la firma de México en 1981 de la CEDAW para combatir la discriminación y la desigualdad en todos los ámbitos.

En su detallado recuento habla de la primera subcomisión sobre el feminicidio en la Cámara de Diputados en 1997 y de Marcela Lagarde y de los Ríos en la investigación diagnóstica del mismo tema en 2004-2005, y de la primera Alerta de Violencia de Género en el Estado de México que se decreta en 2015.

Foto: Especial

Relatora de las batallas que visibilizaron el hostigamiento sexual y rompieron el silencio sobre la libertad del cuerpo y la necesidad de creer en la palabra de la mujer, la maestra del periodismo feminista cuenta que los asesinatos en Ciudad Juárez fueron parte de la presión social e internacional que desembocó en el reconocimiento de la violencia como un asunto de Estado.

MEDIO SIGLO DE LUCHA Y NO PARAN ATAQUES

Reconocida promotora de los derechos sexuales y de la educación correspondiente en México y América Latina, Esther Corona Vargas relata que, en 1975, participó en la primera Conferencia Internacional de la Mujer como representante de la Asociación Mexicana de Educación Sexual, que recién se acababa de fundar.

Me interesaba conocer si se discutían temas como la salud reproductiva, que no tanto salud sexual, que no se consideraba en aquel momento; hablar de la sexualidad de las mujeres, temas que, en realidad, fueron muy poco tocados, tal vez porque habían sido tangencialmente abordados el año anterior en la primera Conferencia Internacional de Población y Desarrollo que también se realizó en México”.

Pero Esther Corona considera que, desde hace 50 años, se dio en esa Conferencia el reconocimiento de problemas comunes que afectaban a las mujeres en todas partes, a pesar de las diferencias culturales.

La actual vicepresidenta de la World Association for Sexual Healt (WAS) recuerda que la violencia de género se formuló como categoría de análisis posteriormente, lo que fue dando paso a otros tipos de violencia de las que hoy hablamos como la obstétrica o la violencia digital que, remarca, este año adquirió especial importancia.

Explica que esa categoría y los trabajos de ésta derivados se dieron con la Conferencia en Beijing, en la que también se habló de los derechos sexuales y reproductivos.

Se pregunta qué ha cambiado desde entonces en cuanto el análisis o el trabajo sobre violencia contra las mujeres y responde que se carece de cifras que permitan una comparación en el tiempo.

Pero, definitivamente, sí hay una respuesta mayor dentro de Naciones Unidas. Y los datos que nos aportan las investigaciones que se hacen actualmente son terribles en cuanto a la prevalencia actual de violencia contra las mujeres.

Definitivamente es un tema por el cual tenemos que trabajar dentro del contexto de muchos otros trabajos que tienen que ver también con el papel de la mujer en la sociedad y la mujer para sí misma”, reflexiona Corona sobre las cifras.

*Publicado originalmente en el diario Excélsior, 25/11/25 , reproducido en acuerdo con la autora.

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