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La medición multidimensional de la pobreza en Yucatán entre 2016 y 2022 revela una tendencia mixta, con avances significativos en algunos indicadores y retrocesos preocupantes en otros, según los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).
El porcentaje de población en situación de pobreza disminuyó del 45.5% en 2016 al 38.8% en 2022, lo que representa una reducción de 6.7 puntos porcentuales. En términos absolutos, esto significa que el número de personas en situación de pobreza bajó de 990,600 a 920,200 en ese periodo.
Sin embargo, esta mejora general oculta fluctuaciones importantes. En 2020, en plena pandemia de COVID-19, el porcentaje de población en pobreza aumentó al 49.5%, afectando a más de 1.15 millones de yucatecos. La recuperación posterior ha sido notable, pero no ha logrado alcanzar los niveles pre-pandémicos.
Reducción del 5.6%
La pobreza extrema, que había aumentado del 6.5% en 2016 al 11.3% en 2020, logró reducirse al 5.6% en 2022, mostrando una ligera mejoría respecto al inicio del periodo analizado. No obstante, aún hay 133,000 yucatecos viviendo en condiciones de pobreza extrema.
Un dato alarmante es el aumento de la población vulnerable por carencias sociales, que pasó del 27.2% en 2016 al 30.2% en 2022. Esto implica que, aunque no se consideren pobres por ingresos, más yucatecos enfrentan carencias en áreas como educación, salud, seguridad social o vivienda.
En cuanto a carencias específicas, destaca el empeoramiento en el acceso a servicios de salud. El porcentaje de población con esta carencia aumentó sustancialmente del 14.4% en 2016 al 35.1% en 2022, afectando a 833,700 personas. Este incremento podría estar relacionado con los cambios en el sistema de salud pública y los efectos de la pandemia.
Mejoras en rezago educativo
Por otro lado, se observan mejoras en indicadores como el rezago educativo, que se mantuvo estable alrededor del 21%, y la calidad y espacios de la vivienda, cuya carencia se redujo del 15.8% al 12.6%.
La privación social, medida por el porcentaje de población con al menos una carencia social, disminuyó del 72.7% al 69.0%, aunque sigue afectando a más de 1.6 millones de yucatecos.
En el ámbito económico, el porcentaje de población con ingreso inferior a la línea de pobreza por ingresos se redujo del 52.5% al 45.7%, lo que indica una mejora en el poder adquisitivo de los hogares.
De acuerdo con el análisis, si bien Yucatán ha logrado avances en la reducción de la pobreza general, enfrenta retos importantes en áreas específicas, especialmente en el acceso a servicios de salud y en la vulnerabilidad por carencias sociales. La pandemia de COVID-19 tuvo un impacto significativo, pero la recuperación posterior ha sido también importante en varios indicadores.
