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Como publicamos con anterioridad, el sábado pasado una mujer fue muerta a puñaladas por el ex marido en plena vía pública, por los alrededores de Plaza Fiesta, donde la ahora occisa laboraba como afanadora. Esto sucedió en la ciudad de Mérida.
El mismo sábado, en la ciudad de Chetumal, Quintana Roo, otra mujer fue víctima de la violencia de su pareja, de quien se encontraba en trámites de divorcio, y a nadie extrañó verlo llegar al domicilio, puesto que constantemente la frecuentaba.
Según información, el agresor identificado como Ramón Fernando. C. H, policía en activo, disparó contra Alejandrina Martínez, en un domicilio ubicado en la colonia Emancipación Chetumal; después de algunos minutos de discusión, se escucharon disparos y vieron salir al agresor quien con rapidez se alejó del sitio a bordo de su automóvil, y fue detenido en la Avenida Francisco I. Madero por sus compañeros de la Policía estatal. La Unidad de Respuestas Médicas (UREM) se hizo cargo de la víctima, la que lamentablemente falleció en el Hospital General de Chetumal, poco después de la agresión.
El otro caso, ocurrió el pasado día 21 de marzo en Escárcega, Campeche, cuando H.A.G.C., de 23 años, apuñaló a su madre Lorena Casillas, de 44 años, por la espalda, después de una discusión en la que pretendió golpear a la mujer quien se defendió y evitó los golpes, pero el agresor se dirigió a la cocina y con un cuchillo y la apuñaló. Los vecinos dieron parte de los hechos a la policía, y cuando llegaron la mujer ya había fallecido.
Según lo señalado por vecinos y familiares, el victimario sufre de esquizofrenia y está perturbado de sus facultades mentales.
Estos tres atentados en contra de mujeres en los tres estado que conforman la Península de Yucatán, nos lleva a pensar en algo más efectivo para reforzar el trabajo de feministas y organizaciones civiles, además de la petición de justicia y que el feminicidio se juzgue y castigue como lo que es, sin rebaja de condena para los victimarios en los juicios orales al aceptarse culpables.
Aplicar la pena máxima de 50 años sin distingo, aunque entendemos que las sentencias pueden variar de acuerdo a alguna situación característica del agresor, como en el caso del matricida de Escárcega, en el que el agresor es un esquizofrénico. Pero alguna ley habrá que contemple la situación y le apliquen el castigo debido.
Hacemos un llamado a las autoridades encargadas de ejercer la justicia, para decretar una ALERTA DE GÉNERO. LAS MUJERES ESTAMOS MURIENDO A MANOS DE FAMILIARES. ALERTA DE GÉNERO PARA LA PENÍNSULA.
Las tres mujeres muertas esta semana pasada fueron victimadas dos por ex maridos y una por su propio hijo. Caso más grave aún.
Tres mujeres asesinadas, un número bastante elevado para una zona calificada como segura…segura, sí…PERO NO PARA LAS MUJERES.
