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Personal de la Dirección Municipal de Desarrollo Urbano, con apoyo de agentes de la Policía Municipal, clausuraron ayer la demolición de la fachada de una casona en la calle 51 entre 54 y 56 del Centro Histórico.
Alrededor de una docena de trabajadores se encargaban de derribar los vestigios de la vivienda, al parecer de origen colonial pero modificada con detalles arquitectónicos neoclásicos, característicos de principios del siglo XX.
El Ing. Aref Miguel Karam Espósitos, director municipal de Desarrollo Urbano, informó que al tener conocimiento de que varios albañiles derruían el frente de la casa marcada con el número 468 B de la calle 51 entre 54 y 56, se presentaron al lugar los empleados municipales para solicitar los permisos correspondientes que otorgan el Ayuntamiento, y en su caso el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
“Al pedirles a los encargados de la destrucción del frontis de ese edificio la documentación legal respectiva y no tenerla, se procedió a suspender los trabajos y clausurar la obra hasta efectuar las investigaciones correspondientes”, agregó.
Karam Espósitos abundó que a pesar de ser día inhábil se revisaron en las oficinas de Desarrollo Urbano si había alguna solicitud de demolición de esa vivienda, incluida en la parte del Centro Histórico meridano, ya que las personas que realizaban esa acción no comprobaron con algún oficio los permisos para ese fin. Lo mismo ocurrió con los empleados del INAH que también están verificando si hay alguna irregularidad en esa situación que se detectó.
“El primer paso ya se dio, se suspendió lo que se hacía en esa casona, al no exhibir los encargados alguna orden o documento que avalaran los trabajos de demolición, mañana (por hoy sábado) en coordinación con el INAH continuaremos con las diligencias para comprobar si cuentan con algún permiso o cometieron una irregularidad al derruir la fachada de ese predio, que aunque tenía modificaciones, guarda valor histórico y arquitectónico que datarían de la época del porfiriato, pero que sí hay una afectación seria”, explicó el director de Desarrollo Urbano de la Comuna.
En caso de comprobarse que la destrucción la hicieron sin previa autorización, explicó el funcionario que se procederá conforme a la ley, que va desde multas hasta obligar al dueño a la reconstrucción de la fachada o de la parte que se derribó.
De acuerdo con vecinos del rumbo, que se identificaron plenamente pero pidieron omitir sus nombres por temor a represalias, que no es la primera vivienda con valor histórico que se destruye en ese sububio del Centro Histórico, ya que una persona llamada Omar Puente, al parecer originario de Ciudad de México, es el propietario de una empresa constructora que se dedica a la venta o apoderamiento de predios antiguos que en algunos casos remodelan, otros demuelen para venderlos a compradores, generalmente extranjeros.— Carlos F. Cámara Gutiérrez
Casonas Posibles ilícitos
Habitantes de un sector del Centro denuncian la destrucción de casonas.¿Despojo?
De acuerdo con los residentes de la calle 51 entre 54 y 56, la casona que se destruyó ayer perteneció a un señor de nombre Lizardo que murió hace varios años, y al parecer no tenía familiares, por lo que con ayuda de un notario Omar Puente se apoderó de la vivienda.
Fuente: Diario de Yucatán
