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El juez Segundo de Control del Centro de Justicia Oral de Mérida, licenciado Luis Edwin Mugarte Guerrero, no accedió a la apertura de la investigación solicitada por la nueva defensa del feminicida Enrique Real Castillo, quien asesinara a su ex esposa ante decenas de personas y cámaras de vigilancia en una plaza comercial de esta ciudad.
El acusado Real CastilloReal, quien enfrentaría una penalidad de hasta 50 años de sanción privativa de libertad, nombró para su defensa al Licenciado Rafael Ortiz Ley, quien de entrada pidió al Juez la reapertura de la investigación, ya que según se señala tiene datos de prueba en defensa del preso, a lo que el citado Juez no accedió, puesto que la carpeta de investigación se cerró desde el pasado 28 de septiembre, y el imputado se encontraba debidamente asesorado por dos abogados particulares, y la petición de la nueva defensa no se encuentra bien fundamentada.
Sin embargo, el Juez ordenó al Ministerio Público que se le entregue la carpeta completa a la nueva defensa para una adecuada asesoría al acusado y pueda en la fase intermedia ofertar los datos de prueba que afirma tiene.
Por lo pronto la acusación formal fue presentada por la Fiscalía General del Estado; los hechos que obran en la investigación señalan que el pasado 23 de junio del presente año, aproximadamente a las 16 horas, Real Castillo, por razones de género privó de la vida a su esposa Jéssica Esmeralda Cano Baas, de 25 años de edad, en el interior del centro comercial denominado Plaza Fiesta, al Norte de la ciudad de Mérida.
El caso se ventila en el Juzgado Segundo de Control, a cargo del Licenciado Mugarte Guerrero, quien le impuso la prisión preventiva oficiosa por un plazo de un año.
La pareja se había citado en esa plaza para platicar sobre su relación sentimental, toda vez que ella dio por terminada la misma, quería el divorcio para rehacer su vida.
En respuesta, Real Castillo, de 28 años de edad, sacó un cuchillo de cocina y se lo clavó en varias ocasiones en el pecho a la mujer, quedando tendida frente a una tienda de la citada plaza, en tanto testigos lograron someter al agresor y entregarlo a las autoridades responsables, el probable homicida decía que cuando supieran sus broncas lo iban a entender.
