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Gladis Marisol Chan Ek, quien diera muerte a puñaladas a su vecina Mayra Selene Chablé Balmaceda, con el nuevo sistema de justicia se declaró culpable y evitó el juicio oral, por lo que pactó una condena de siete años y medio de cárcel.
Esta es una condena de las más bajas que se dicta por homicidio en el Nuevo Sistema de Justicia Penal. Cabe mencionar que este caso no puede ser tipificado como Feminicidio, dado que existe un protocolo que señala los pasos que llevan a la consideración de este delito, y una de los principales es que se cometa como crimen de odio por razón de género, o que sea un familiar o la propia pareja la que lleve a cabo el delito.
Esta condena se hará pública en los próximos días y fue muy baja debido al pacto de procedimiento abreviado en la que la acusada admitió la culpa y a cambio la Fiscalía solicitó una sanción mínima.
El Juzgado Segundo de Control del Centro de Justicia Oral de Mérida, fue la sede asignada a cargo del juez Luis Edwin Mugarte Guerrero.
Gladis Marisol confesó su participación en los violentos hechos registrados en la colonia Emiliano Zapata Sur II y el Juez declaró fallo condenatorio como penalmente responsable del delito de homicidio. La reparación del daño moral causado se ventilará en el Juzgado de Ejecución de Sentencia en turno.
La denuncia por los hechos fue interpuesta por Sandra del Rosario Chablé Balmaceda, hermana de la extinta e hija del lesionado José Francisco Chablé Ruz, quien fue herido por la peligrosa mujer, al momento de intervenir a favor de su hija Mayra Selene, quien murió en el Hospital O’Horán, producto de dos lesiones de cuchillo, una que le atravesó el corazón y la otra que le perforó el pulmón derecho.
Gladys Marisol, de 34 años, también hirió al padre de la occisa cuando éste intentó defender a su hija del ataque. Francisco Chablé sufrió una pedrada en la cabeza y su lesión fue de las consideradas de las que ponen en peligro la vida.
Según el expediente, la ahora occisa fue a reclamar viejas rencillas a la mujer e iba acompañada de su padre y una hermana. Gladys Marisol, al oír quién la había ido a ver, salió y se enfrentó verbalmente con los recién llegados.
Ambas mujeres se enfrentaron a golpes, patadas y jalones de cabello en la calle.
