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ISLA ARENA, Calkiní.— Al menos un muerto y un delincuente severamente lesionado, es el saldo hasta el momento del enfrentamiento entre pescadores de la ínsula y ladrones de lanchas y motores de Celestún, Yucatán, ocurrido en primeras horas de ayer.
Cabe aclarar que el cadáver —hasta ahora no identificado—, apareció flotando a medio kilómetro de la zona costera celestunense, con heridas ocasionadas por propela.
Todo inició alrededor de las 2 de la madrugada, cuando Nelly Gómez Yerbes se percató que le habían robado dos lanchas con motores fuera de borda. De inmediato alertó a pescadores y pobladores, quienes a su vez lo comunicaron a las autoridades.
Acompañados por el agente municipal José Luis Flores Molas, reportaron los hechos a elementos navales, quienes indicaron que no podían intervenir sin órdenes superiores.
A bordo de unas 10 lanchas, los ribereños se hicieron a la mar en busca de los delincuentes. Tenían informes de que eran cuatro que habían llegado a bordo de dos embarcaciones y se dirigían al puerto de Celestún.
Fue a unos 40 o 50 kilómetros mar adentro cuando vieron y dieron alcance a dos botes. Embistieron a uno y los presuntos ladrones respondieron con disparos de armas de fuego.
Sin embargo, los islarenenses se impusieron y detuvieron el bote con matrícula borrada. Retuvieron a quien dijo llamarse Julio Caamal Pech, de 27 años de edad y celestunero. Al parecer recibió impacto de bala y fuertes lesiones durante el forcejeo. Fue trasladado a tierra, en tanto sus compinches huyeron.
En la embarcación sin matrícula se encontraron dos motores Yamaha de 60 caballos de fuerza, que los delincuentes habían robado antes a las lanchas —que fueron escondidas en otro punto costero.
CIERRAN ACCESO
Acto seguido, ribereños y pobladores cerraron con piedras y palos el acceso a esta comunidad, a la altura del parque, para impedir que la policía entrara y rescatara al ladrón retenido, porque —acusaron—, en varios casos la Fiscalía General del Estado ha dejado libres a ladrones.
Más tarde arribó personal de la Fiscalía, y sólo pudo ingresar a pie. Pidieron a la comunidad que permitieran trasladar al ladrón al hospital, y los isleños el compromiso escrito de que será procesado y no lo dejarán en libertad.
Ante la gravedad de sus heridas, las autoridades llevaron al delincuente al Centro de Salud, pero no había médico para que lo atendiera.
Al sujeto, tirado en la góndola de la patrulla 561, le suministraron suero por vía intravenosa, al tiempo que las autoridades insistían en que les permitieran sacarlo de esta comunidad, pero los pescadores le exigían delatar a sus cómplices y dar a conocer la ubicación de los botes robados.
Alrededor de las 6 de la mañana se acordó que fuera trasladado a Calkiní, para recibir atención médica, en tanto peritos de la Fiscalía se quedaron en la Isla para iniciar las investigaciones.
A las 3 de la tarde, los pescadores localizaron las dos embarcaciones que habían sido robadas. Habían sido escondidas en el monte, y les borraron las matrículas. A las 6 de la tarde suspendieron la búsqueda del otro ladrón.
