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La protesta organizada por taxistas martillos de los Municipios de Campeche y Escárcega no fue pacífica, fue un llamado a la violencia, consideró el director del Instituto Estatal del Transporte, Candelario Salomón Cruz, quien responsabiliza de lo ocurrido a Danilo Echeverría Pereyra, líder de los disidentes.
El funcionario estatal alega que fue una franca provocación hacia su persona, en la que se intentó agredirlo.
“Quisieron entrar a golpearme, pero no lo pudieron hacer porque le puse seguro a mi puerta, sin lugar a dudas iban sobre una agresión, no a una protesta”, expuso.
Señaló que el conflicto con Echeverría Pereyra es porque no le ha permitido continuar con su negocio de renta y subrenta de placas, que está prohibido por el Instituto Estatal del Transporte.
“Con ellas mismas hacia fraude a las personas, se levantaron varias acusaciones. Ante la insistencia se tuvo que aplicar la ley y recoger las placas para evitar las negociaciones que había en el transporte público”, expuso Salomón Cruz.
Dijo que ha recibido amenazas por parte del líder de los martillos, “tampoco nos podemos confiar en una persona que sabemos que sus antecedentes personales no son muy buenos; habla de que soy una mala persona, pero mi obligación es cumplir con la ley”.
“Cualquier amenaza hay que tomarla en consideración, sabiendo que quienes asesoran a esta persona no viven del transporte público, sino de otras cuestiones que se deben investigar a fondo”, añadió.
Salomón Cruz aseguró que el Sindicato de Martillos no tiene registro, y que quienes lo integran tampoco son taxistas.
“Dicen que fue una marcha pacífica, pero son personas que se han sentado a mi mesa, muerden la mano a quien le da de comer, no esperaba este tipo de conducta, la magnitud de lo que traían en mente”, expresó sobre el conflicto.
