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En las próximas horas serán presentados ante un juez de control, mediante órdenes de aprehensión, los acusados por el delito de homicidio calificado cometido en la persona de Rafael A. G., según confirmó la Fiscalía General del Estado.
Algunas de las pertenencias de la víctima fueron encontradas en poder de los acusados, por lo que el fiscal Ariel Aldecua Kuk señaló que el móvil del crimen fue el robo.
La Policía Estatal Investigadora detuvo a dos personas como responsables del crimen. Los identificó como Jason P. M. y Jesús M. F., quienes, según la investigación, arrojaron el cadáver en un lote baldío. La madrugada del lunes 7 pasado la policía halló el cuerpo, en un terreno baldío de la colonia Roma de esta ciudad.
El fiscal Aldecua Kuk confirmó que se ubicó a dos sospechosos de este sonado crimen, por lo que se solicitaron las órdenes de aprehensión; las investigaciones señalan que el terreno ubicado en la colonia Roma fue el lugar de los sangrientos hechos, ocurridos en la madrugada del sábado pasado, pues se halló evidencia de que en ese lugar –que antes era un paso común y ahora está cercado– Rafael A. perdió la vida.
La tarde del viernes, la víctima asistió a un bar del barrio de Santa Ana acompañado con unas amistades; ya por la noche, acudió con dos nuevos amigos a seguir la fiesta en un bar-terraza en el Centro Histórico de Mérida, de donde salió hasta las 3 de la madrugada.
Según lo registrado en las cámaras de video vigilancia del establecimiento, la Policía Estatal Investigadora identificó a los dos hombres que acompañaban a Rafael antes de morir.
Algunas horas más tarde, los acusados fueron presentados ante el Ministerio Público para rendir sus declaraciones sobre su posible participación en la muerte del joven de 33 años.
El fiscal descartó que este asesinato sea un crimen de odio, ya que las evidencias señalan que fue por robo a la víctima, sin embargo, las investigaciones continuarán hasta realizar la acusación formal.
Al parecer, Rafael fue asesinado de varios golpes en la cabeza con una piedra de gran tamaño que le destrozó el cráneo.
