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Piden empoderar a mujeres dentro de los partidos
La investigadora universitaria Gina Villagómez Valdés, integrante del colectivo Mujeres Todas, señaló que la parte más vergonzosa de la violencia contra la mujer está en la política porque después de una larga militancia e intenso activismo partidista, cuando una mujer aspira a un cargo de elección popular las relegan a alguna regiduría o la desalientan con actitudes y agresiones verbales.
A su decir, esta mala práctica es más frecuente en los municipios del interior del estado, donde prevalece el silencio de las mujeres que sufren el rechazo, intimidación o burla por manifestar sus aspiraciones a algún cargo de elección popular más allá de alguna regiduría.
En rueda de prensa en el salón del Consejo Universitario de la Uady, la doctora Villagómez y las demás integrantes de Mujeres Todas informaron de la ampliación de este grupo de defensa de la mujer; de la aplicación de la herramienta “Violentómetro Electoral” que mide el grado de violencia de acuerdo con 29 parámetros y determina la gravedad de la violación con los colores amarillo, naranja y rojo; y de un escrito que entregaron al Instituto Electoral y Participación Ciudadana en el cual manifestaron su inconformidad por los lineamientos que dispuso para los municipios porque prácticamente mandarán a las mujeres a la derrota segura.
Ante las múltiples violaciones de los derechos políticos de las mujeres, la doctora Villagómez se preguntó: ¿Qué hacen las mujeres de poder en los partidos políticos si ven y saben de todos los obstáculos y violaciones a los derechos de sus compañeras de partido?
La violencia femenil en el ámbito académico es del 40%, en el legislativo del 45%, y el empresarial del 42%.
En educación superior y posgrados hay avances en la igualdad en la repartición de becas, las graduaciones son más rápidas y las calificaciones se dan sin distingos de género. Pero cuando estas profesionales se incorporan al mercado laboral vuelven a perder sus derechos de respeto y a una mejor condición de vida.
En el ámbito político, el 42% de las regidurías está en manos de las mujeres y sólo 7.7% es alcaldesa, cuando hay 106 municipios.
La empresaria Rita Farjat Vázquez destacó que el INE detectó que el 3% destinado para la capacitación política de las mujeres no se ejerció para esta tarea. Y lo más indignante es que se descubrió que el Partido Verde gastó $9 millones de la bolsa de $24 millones para la propaganda partidista, no para fomentar y apoyar el liderazgo de sus militantes.
“Necesitamos trabajar más para empoderar a las mujeres dentro de sus propios partidos, darles información útil e informarles de sus derechos”, señaló. “Llevaremos la información en los distritos para que las militantes ejerzan sus derechos y no frenen sus aspiraciones por los obstáculos que les ponen”.
María Eugenia Núñez dijo que ofrecerán gratuitamente a los partidos políticos la experiencia de su equipo electoral y de las expertas para que capaciten a las mujeres porque no debe continuar la violencia política en Yucatán.
Ella y Marbella Casanova presentaron el “Violentómetro”, una herramienta del Instituto Politécnico Nacional y que ajustaron para aplicar en Yucatán. Lamentaron que las mujeres no defiendan sus espacios y sus derechos.— Joaquín Chan Caamal
Mujeres Todas Nuevas integrantes
El colectivo aceptó ayer a 14 nuevas integrantes, con lo cual reforzarán el trabajo de campo.
Grupo ampliado
Las nuevas integrantes de Mujeres Todas son: Ligia Vera Gamboa, Pamela Soberanis Díaz, Emiré Arellano Escalante, Rocío Torres, Maribel Chuc, Layda Rodríguez Torres, Milagros Herrero Buchanan, Lucero Cabrales García, Fabiola García, Arely Dorcas Mijangos, Carmen Garay, Virginia Carrillo, María Candelaria May y Gabriela Gutiérrez de los Santos.
Violencia electoral
Consiste en campañas de rumores y ofensas mediante redes sociales, petición de firmas de pacto de unidad sin defensa posterior, firma disciplinaria que impide impugnar resultados, que desplacen o descalifiquen al de mayor mérito, que desconozcan el activismo y militancia; condicionar apoyo por favores sexuales, cambio de trabajo o despido injustificado, o expresión de repudio en rumores de contenido sexual.
Fuente: Diario de Yucatán
