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Elementos de la Policía Municipal permanecieron durante más de 13 horas en paro laboral, ante la falta de atención por parte de alguna autoridad del Ayuntamiento que le diera respuesta a su exigencia, pero estas jamás llegaron a dialogar, pero lo que sí tuvieron presente es la represión por parte del gobierno municipal, que amenazó a los uniformados que de no salir a laborar, serian objeto de actas administrativas, además de ser castigados enviándolos a las comunidades.
Ayer viernes, los uniformados regresaron a las calles en medio de inconformidades, esto por parte de la autoridad municipal, que no cumple lo prometido y “jinetea” el dinero de los recursos federales que son destinados para un sólo propósito.
El alcalde Pablo Gutiérrez Lazarus y Diana Méndez Graniel han saqueado los recursos de la Dirección de Seguridad Pública, Vialidad y Tránsito Municipal, aseguró Jesús López Martínez, ex agente segundo de esa corporación.
Lamentó que el munícipe panista utilice la represión y amenazas para callar a los 180 elementos que estuvieron en paro de labores, reclamando los bonos del Fortaseg y escolares, así como mejores condiciones laborales.
Recalcó que la falla en el pago de bonos, las malas condiciones de las unidades, los deteriorados uniformes y armamento, se debe a que el alcalde y la secretaria de la Comuna se llevan el dinero a manos llenas y no dejan nada para solventar la operatividad.
Los policías municipales tras un día de paro, se vieron obligados a retornar a sus labores bajo amenaza de ser despedidos si continuaban en su negativa de desobedecer órdenes y cubrir sus guardias.
Ada Patricia Duque Farías, subdirectora administrativa de la DSPVyTM junto con dos licenciados del área jurídica de la Comuna, llegaron en punto de las 10 de la mañana y aseguraron que todo elemento que no saliera a trabajar, sería despedido.
