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El cóctel de factores externos que enfrenta el sector restaurantero, como inseguridad, caída en ventas, tipo de cambio del peso frente al dólar, alza en combustibles y tarifas eléctricas, provocaría que hasta 50% de los negocios cierren sus puertas a fin de año, advirtió el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) local, Juan Pablo Aguirre de la Torre.
Por ello, la Canirac local solicitó formalmente al Ayuntamiento de Benito Juárez la exención de las horas extras a los establecimientos del sector como una medida emergente para mejorar su situación, pues el pago de las mismas, representa entre cuatro mil y 20 mil pesos mensuales dependiendo del establecimiento, lo cual beneficiaría principalmente a los del centro de la ciudad.
Explicó que en el reglamento está marcado que Cancún es zona turística, por lo cual presentaron la solicitud para pedir la exención y la próxima semana habrá una reunión para analizar el tema, tras iniciar las pláticas correspondientes, lo cual esperan se resuelva antes de que inicie la temporada alta del sector turístico.
Aunque están conscientes de que el proceso tomará cierto tiempo, confían en que pueda concretarse tras aclararse que el centro de la ciudad no es zona turística y pedir que se respete esa delimitación, lo cual sería un apoyo significativo para el sector, “porque se tienen que tomar medidas críticas en momentos críticos”.
Y es que advirtió que en caso de no concretarse el apoyo, se registraría un cierre fuerte de negocios que alcanzaría entre el 20% y 50% de los establecimientos del sector, que cerrarían de manera definitiva ante la imposibilidad de cambiar de giro, pues hasta el momento por lo menos siete afiliados han tenido que tomar medidas críticas para mantener su operación, como vender cosas, reducir sus gastos, negociar el pago de rentas, platicar con los dueños de los inmuebles y demás.
Lo anterior luego de que en los últimos dos años, sus costos de operación se vieran afectados por el incremento en los combustibles, la depreciación del peso frente al dólar, la caída en ventas por la inseguridad y el alza en las tarifas eléctricas, que los ha llevado a vender bienes personales para pagar la luz, pues sin el servicio no pueden trabajar.
Aguirre de la Torre reconoció que la situación los ha llevado a una desesperación impresionante, en la que analizan incluso recortes de personal, pues las ventas están muy debajo de lo presupuestado, por lo que la exención de las horas extras sería un incentivo importante para que el gremio pueda mitigar el incremento en las tarifas de energía eléctrica.
Puntualizó que ni siquiera el “puente” del turismo nacional con motivo del Día de Muertos que se avecina los ayudará mucho, pues en lo que va del año, los fines de semana largos no han mostrado el mismo comportamiento que en años anteriores cuando las ventas casi se duplicaban, mientras que ahora el repunte oscila apenas entre 25% y 50% en el mejor de los casos, pues la gente no quiere salir debido a la inseguridad y su economía está resintiendo también el alza en las tarifas de electricidad.
