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“Las mujeres mexicanas aún no están en la contienda electoral: las dos propuestas nacionales y la que desistió en Yucatán no fueron aceptadas en los partidos políticos, esto refleja también un machismo partidista”, sostuvo la socióloga y activista Nancy Walker Olvera, presidenta de la agrupación civil “Kóokay2.
Cuestionada sobre problemas de las mujeres en la política y su posicionamiento en el marco de la firma de compromisos de los cuatro candidatos a la gobernatura de Yucatán por una agenda paritaria, Walker Olvera lamentó que ni Margarita Zavala ni María Jesus Patricio y en nuestro estado Sofia Castro hayan logrado tener la presencia y aceptación suficiente por parte de la sociedad, “lo cual pone en evidencia que los partidos políticos no fueron capaces de abrir espacios para las mujeres”.
“De ahí la necesidad de hacer una agenda de equidad, aunque está claro que no asegura el mejor desempeño de las mujeres como líderes en sus actividades. Hoy se busca que ellas tomen una mayor presencia en la toma de decisiones. Los candidatos han entendido que nuestra meta no es imponer, sino ofrecer a las mejores mujeres para los puestos de dirección”, indicó.
Walker Olvera dijo que es penoso que en los dos últimos gobiernos de Yucatán (11 años) solo tres mujeres hayan sido integradas al gabinete estatal.
“Es algo que no se debe repetir”, aseguró la activista. “La agenda de paridad de género implica no solo que las mujeres tengan los espacios, sino que se incrementen las acciones a que otras mujeres superen estas barreras políticas”.
“En nuestro estado solo hay 9 presidentas municipales, en Mérida la que tenemos está de manera interina. Pero eso refleja las tareas que tenemos que lograr para que los partidos acepten y promuevan a un mayor número de mujeres a cargos de elección”.
Señaló que el caso del Congreso del estado se “cuece” aparte, pues aunque hay mujeres no existe una agenda de derechos que marque el paso de las mujeres en el Legislativo.
“No hay perspectiva de género en la aplicación de las leyes, muchos problemas no se advierten con el impacto social que tiene el hecho de que las mujeres son minimizadas y tienen que luchar mucho más para equilibrar la posición que han ocupado ancestralmente los varones”, expuso.
“Merecemos empujar mucho más está agenda que postulan 19 organizaciones de mujeres, no solo en la zona urbana, sino mucho en las comunidades, donde la mujer campesina y obrera ha sido olvidada y no goza de las mismas alternativas de superación que tienen sus congéneres”, enfatizó.
