Fueron víctimas de acoso sexual y violencia física y psicológica
Un grupo de veinte jóvenes internas, todas menores de edad, de un centro de rehabilitación contra las drogas, ubicado en Kanasín, fueron rescatadas del predio donde presuntamente estaban cautivas y recibieron maltrato físico, acoso sexual y violencia psicológica.
Un grupo de familiares de las jóvenes protestaron afuera de las instalaciones del anexo Grupo Sangre Renovadora para que las liberaran.
Las internas, presuntamente tenían la prohibición de comunicarse con personas del exterior, como expresó una joven de Progreso, quien se asomó a una ventana para denunciar públicamente que sería castigada por el simple hecho de hablar con gente de fuera.
Fueron los familiares de esta joven quienes encabezaron la protesta exigiendo la liberación de las internas.
Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) llegaron alertados por los mismos internos, pero no pudieron ingresar al predio debido a r la falta de una orden judicial expedida por un juez.
Los familiares de los internos, acometieron a pedradas las instalaciones, hubo forcejeos y, en el interior del local, las internas empezaron a mover la cortina metálica, hasta que se abrieron las instalaciones y la primera en salir fue la joven progreseña, quien fue recibida por sus familiares para llevarla a un sitio más despejado.
Posteriormente, salieron otros jóvenes, quienes acusaron a Ómar E.H.L., dueño del centro de rehabilitación, de retenerlos a la fuerza y darles malos tratos.