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Franck Fernández Estrada (*)
Fuente: Diario de Yucatán
Toda la zona de Valencia ha sido corredor de tránsito de decenas de culturas que, durante la historia y de una u otra forma, se han establecido en estas tierras y han sido crisol de razas y de cultura.
Andalucía puede enorgullecerse de sus aportes al arte y a la gastronomía mundial. ¡Qué decir de su extensa gastronomía, con su célebre y sabrosa paella de marisco y el fideuà valenciano que han cruzado los límites de esta provincia para coronarse como un plato internacional! No debemos dejar de mencionar los olivos y los almendros y recordar que es de Jijona, en tierra valenciana, que nos vienen los más afamados turrones, amados por todos y en especial en las épocas de Navidad.
Personaje importante es el valenciano Joaquín Sorolla, pintor, luminista y retratista quien en sus cuadros inmortalizó el amor del pueblo levantino por su Mar Mediterráneo. Desde las elegantes damas, vestidas en organza blanca y sus elegantes sombreros de ala ancha batidos por el aire hasta el humilde pescador de regreso de una laboriosa faena, todos son pretextos para ser personajes de un hermoso cuadro.
En literatura tenemos a Vicente Blasco Ibáñez, importante escritor de la generación del 27 que agrupaba a otros escritores españoles, todos famosos. Blasco Ibáñez tuvo el acierto de plasmar en su obra escrita el embriagador olor de los azahares en flor de los múltiples naranjos valencianos que crecen por doquier. En música, han sido más cantantes contemporáneos los que nos ha dado esta tierra: Nino Bravo y Concha Piquer. No debemos dejar la arquitectura de lado, con su mayor exponente contemporáneo: Santiago Calatrava Valls. Calatrava ha sabido llevar sus osados y originales proyectos a los cuatro puntos cardinales del planeta.
Pero Valencia es más. Existe una vieja tradición que se celebra no solo en la ciudad de Valencia, sino también en otras localidades de la provincia. Son las famosas fallas. Esto de las fallas viene de antaño, y en estos momentos ha sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco. Pero ¿qué cosas son las fallas? La palabra viene del valenciano medieval “falla” que significa antorcha. Desde hace siglos, los carpinteros de Valencia, para celebrar el 19 de marzo, día de San José y Santo Patrón de este gremio, sacaban de sus talleres las virutas, viejas maderas y trastos inútiles para darles fuego el día 19, comenzando ya desde el día 16.
Después comenzaron a formarse muñecos fabricados en madera y cartón para satirizar algún hecho político o de sociedad del lugar. Estos muñecos o monigotes son verdaderas obras de arte, verdadero regalo para la vista. Antes se colocaban directamente en las calles estrechas de la vieja Valencia pero, ante el peligro de incendio, ya en el siglo XVIII las autoridades locales pidieron que estos monigotes se colocaron solo en espacios abiertos como plazas. Existe una Junta que es la que regula estos festejos otorgándose a las fallas diferentes premios. Los premios dependen del ingenio, de la gracia y del alumbrado. Existen grandes fallas para los mayores y pequeñas para los pequeñines. Tenemos escritos fiables de la existencia de las fallas de Valencia solo a partir de mediados del siglo XVIII.
La fiesta dura varios días, se montan puntos de comida, donde los churros y otras golosinas son de rigor. Hay música por doquier y el jolgorio es generalizado; primero con las “mascletadas”, como se le llaman a todo tipo de petardos, bombitas y fuegos artificiales que inician las festividades. Después viene la propiamente llamada “cremà” o quema de los grandes monigotes. Durante unos pocos minutos el embrujo del fuego da razón de aquella obra de arte en cuya realización se empleó casi un año.
Algo a subrayar durante estas fiestas son los falleros y las falleras. El traje de los hombres es más sencillo. Ahora bien, el traje de las mujeres es maravilloso, bastante inspirado en la moda del siglo XVII. Una profusión de sedas, cintas y encajes, con hermosos peinados recogidos a la usanza valenciana. Los falleros, que pueden llegar a ser hasta 100,000, vienen a depositarle claveles a la estatua de la Virgen de los Desamparados. Sin lugar a dudas, las fallas de Valencia son un gran atractivo turístico que atrae personas de todo el mundo para descubrir la alegría y la tradición de este noble pueblo valenciano.
(*)Traductor, intérprete, filólogo.