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Son muchos los factores que pueden llevar a los adultos mayores a un estado de depresión, y cada vez es más frecuente, aunque no siempre es tratada; en Yucatán solo existen ocho médicos geriatras y la población de adultos mayores rebasa los 200 mil, lo que hace más complicada la situación para este grupo vulnerable.
Uno de los factores determinantes de la depresión en los adultos mayores, es el factor económico, ya que al jubilarse se reduce su economía y los predispone más a esta situación depresiva.
El doctor Edgar Velázquez Chávez es especialista, coordinador de Geriatría del Hospital General Regional No.1 “Lic. Ignacio García Téllez” del IMSS, comentó que esta etapa de la vida involucra la disminución de las funciones de todos los órganos, y que no necesariamente representa una enfermedad, sino que es parte del envejecimiento normal de la persona, y puede derivar en depresión.
“Muchas veces el llegar a la etapa de la adultez mayor causa depresión a estas personas a tal grado que se ha encontrado que entre las personas mayores de 65 años que viven en su hogar, 10 de cada cien pueden caer en depresión; si están hospitalizados, 20 de cada cien y si viven en algún asilo, 40 de cada cien puede sufrir un cuadro depresivo”, explicó; agregó que la depresión es una patología muy frecuente entre los adultos mayores que debe de identificarse y tratarse de manera oportuna.
“El mismo proceso de envejecimiento hace que las células del cerebro se vayan perdiendo poco a poco, entonces la respuesta fisiológica al estrés va disminuyendo. Los adultos mayores sufren muchos cambios en su ámbito social que pueden incrementar el riesgo de depresión, por ejemplo: las enfermedades incapacitantes, muerte de su cónyuge, familiares o amigos cercanos así como el hecho de pensionarse o jubilarse, los hace sentir que ya no son productivos a la sociedad”, advirtió.
Señales de depresión:
Buscar a personas con las que estaba distanciado
Suspensión de tratamientos médicos
Menor socialización (aislamiento)
Carácter irritable
Indiferencia ante situaciones que habitualmente les importaban
Llorar frecuentemente
Dormir más y comer menos.
El especialista señaló que un adulto mayor debe contar siempre con una red de apoyo familiar que lo ayude a llevar el tratamiento de las enfermedades asociadas con el envejecimiento y continuar su vida habitual con actividades recreativas y sociales.
“La familia debe escuchar al adulto mayor y poner atención a sus miedos y no minimizarlo, sino integrarlo en actividades familiares y con personas de su edad y es importante tener presente que la depresión en adultos mayores, no es normal”, aseveró.
Para finalizar, dijo que si se detectan los signos de depresión en el adulto mayor se deberá buscar apoyo profesional con un proceso terapéutico, integrarlo a grupos de adultos mayores, animarlo para que realice ejercicio para mejorar la producción de la serotonina y mantenerse activo y recomendarle que coma de manera saludable.
Según el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM) más de 10 millones de mexicanos tienen actualmente 60 años o más, lo que representa alrededor de un nueve por ciento de la población, y para el 2040, se estima que uno de cada cuatro habitantes será adulto mayor.
Con la edad empiezan a llegar las enfermedades crónico degenerativas y la merma económica al jubilarse pueden ser factor predisponente para una depresión.
En caso de no atenderse oportunamente, la depresión llevará al adulto mayor a una disminución de energía, merma en sus actividades, disfunción social, familiar y en caso extremo el suicidio.
