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A 12 días de la explosión de un navío de Barcos Caribe en el Muelle Fiscal de Playa del Carmen, los gerentes de terminales de cruceros han pedido a las autoridades federales que esclarezcan lo más pronto posible el incidente, pues ya hay afectación directa al turismo, explicó la titular de la Administración Portuaria Integral de Quintana Roo (Apiqroo), Alicia Ricalde Magaña.
“Los mercados están nerviosos, las navieras nos están preguntando qué está pasando, si va a volver a pasar, y aunque ha habido un manejo de información a nivel nacional e internacional muy oportuno, sigue la crisis”, dijo la titular de la Apiqroo.
Después de la explosión de la embarcación “Caribe I” el pasado 21 de febrero, la empresa Barcos Caribe reportó presuntos artefactos explosivos en otra de sus embarcaciones el 1 de marzo, por lo que diferentes dependencias de Gobierno federal, estatal y municipal, desplegaron mecanismos de protección en muelles, principalmente el de San Miguel, ubicado en Cozumel.
Para dar protección a la Capitanía de Puerto participan la Policía Federal, la Marina, todos los capitanes certificados que tienen las terminales de cruceros, además de la Dirección de Protección Civil del Ayuntamiento de Cozumel.
A pesar de los esfuerzos de dar certeza de seguridad, la empresa Princess Cruices fue una de las navieras que por prevención suspendió los tours en Cozumel, debido a la alerta que emitió Estados Unidos.
Para la titular de la Apiqroo, al terminar la administración de Roberto Borge Angulo, la empresa Barcos Caribe perdió privilegios en las bandas de atraque, ya que antes tenían fijas sus áreas para sus embarcaciones, y al entrar la nueva administración se inició con un rol donde todas las navieras rotan y tienen las mismas áreas para ocupar en diferentes períodos.
“Al acabar el sexenio anterior, esa naviera queda como cualquier otra naviera, sin privilegios en las bandas de atraque, porque la Apiqroo como terminalera en Cozumel pues designa bandas de atraque cada semana, o al menos lo estamos haciendo así ahora, antes tenían bandas fijas todos. Tenemos piso parejo para las tres navieras y se otorgan con base a un rol semanal las bandas de atraque”, dijo Ricalde Magaña.
Otro de los cambios en el mercado que ocurrieron tras la suspensión de Barcos Caribe que realizó la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) el 25 de febrero, se reflejaron en las tarifas, ya que se quedaron con el mercado Ultramar y Barcos México y ambas se han comprometido a no incrementar más sus precios, explicó la titular de la Apiqroo.
“Hay un impacto social primero por la forma en que esta empresa sale, de una u otra manera le impiden seguir operando la ruta hasta que no quede concluida la investigación.
Las otras navieras se quedan con el mercado, el exhorto que se les hace a petición del Gobernador es que no suban sus tarifas, hay tarifas aprobadas para navieras, ellos pudieran aplicarlas, no lo van a hacer, ambas se han comprometido con medios locales. Se han comprometido a que no van a subir tarifas, las van a mantener”, dijo Ricalde Magaña.
Antes de que Barcos Caribe iniciara operaciones en la entidad, Ultramar y Barcos México manejaban precios de hasta 160 pesos hacia Cozumel; pero al ingresar Barcos Caribe y apoyada por el Gobierno de Borge, ofreció precios bajos de hasta 40 pesos por viaje para ganar mercado.
Después de que la SCT suspendió a esa naviera por carecer de seguros, Ultramar cobra 70 pesos hacia Cozumel y Barcos México 69 pesos; y ambas empresas se han comprometido a no incrementar más los precios.
