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Muchas personas interesadas y aficionadas a los fenómenos arqueoastronómicos, se quedarán con la intención de observar el equinoccio que cada año se presenta al inicio del otoño desde Dzibichaltún, ya que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), negó la autorización para abrir las puertas y dar entrada la zona arqueológica a las 4:30 horas.
Dafne López Martínez, director del Patronato CULTUR, dijo que estaban en diálogo con el INAH por el acceso a la zona arqueológica, ya que consideran que no se les debería impedir el acceso así se traten de dos o tres personas, pero las autoridades federales decidieron que debido a factores climáticos, y la baja afluencia de visitantes, no amerita facilitar el acceso al sitio desde la madrugada, por lo que sólo se abrirá en su horario normal, a las 8:00 horas.
El acceso al sitio durante la madrugada, se daba dos veces al año, durante los equinoccios de primavera y el de otoño, el INAH autorizaba abrir a las 4:00 a.m. para que los visitantes se dieran tiempo y se ubicaran para poder observar el fenómeno arqueaostronómico; sin embargo las condiciones climáticas, inclusive en primavera, no siempre es favorable para observarlo debido a la nubosidad que impedía ver “el paso del sol por la puerta del templo”.
El INAH abría dos veces al año el acceso de madrugada a esta zona arqueológica para observar el fenómeno, desde las 4:00 horas para que los asistentes se colocaran con tiempo para poder observar el fenómeno arqueoastronómico. Sin embargo, de acuerdo a las condiciones del clima, incluso en primavera, no siempre era posible observarlo, debido a la nubosidad que impedía presenciar “el paso del sol por la puerta del templo”; durante septiembre, debido a una mayor nubosidad y lluvias es aún más difícil que existan las condiciones climáticas para observarlo, así que el INAH decidió que este año no tendría caso abrir en esta temporada, para observar ese fenómeno que marca el cambio de estación.
El Patronato CULTUR ni siquiera consideró organizar una salida para la cobertura informativa de este fenómeno en esa zona; sólo manejará el equinoccio en Chichén Itzá; en Dzibilchaltún, aficionados e investigadores pugnaron por años para tener acceso en marzo y septiembre para observar durante los primeros minutos del día el fenómeno arqueoastronómico.
La actitud de INAH y CULTUR, demuestran un nulo respeto al público asistente a estos fenómenos arqueoastronómicos al no dar acceso a la zona, puesto que la publicidad hecha a efecto de atraer turismo a Yucatán, se desvanece con estas actitudes.
Para ingresar con una cámara profesional de fotografía o video a una zona arqueológica, primero se debe pagar un derecho de $3,800 en las oficinas de la delegación donde se les expide la carta de autorización.
