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Marcelo Pérez Rodríguez*
Fuente: Diario de Yucatán
La violencia, lamentablemente, es parte de la vida de las mujeres en general. Unas la viven a diario en los hogares, inmersas en un machismo salpicado de celos y alcohol; otras en las calles y el trabajo por el acoso cotidiano, pero todas en algún momento han vivido este acoso, el rechazo o la discriminación.
Las mujeres ante esta situación que viven en la sociedad se han organizado para unir esfuerzos y buscar caminos y leyes que las protejan de los violentos y acosadores. Con dificultades ese coraje y acciones han dado frutos y de todo esto han surgido leyes que castiguen con más rigor el abuso de los machistas. Sin embargo, es en la aplicación de las leyes, sea por el favoritismo, los privilegios de género y la doble victimización de las mujeres denunciantes, que se hace añicos el espíritu de la justicia.
Para buscar protegerse y proteger a todas en la sociedad, las mujeres lucharon por una ley que impida que deudores alimentarios, acosadores y violentos sean candidatos en procesos electorales o designados para un puesto en los tres niveles de gobierno. A esta nueva ley se le llamó “Ley 3 de 3”.
Los legisladores yucatecos votaron por esa ley y fue el primer Congreso en el país en avalarla. Es más, los diputados presumieron de vanguardistas y enarbolaron este hecho a su favor. Y todos aplaudieron esta decisión.
Sin embargo, hace unos días, esos mismos legisladores, la mayoría del PAN y los demás de MC, PVEM y en duda si el PRI apoyó, le asestaron un golpe contundente, una puñalada en el corazón a la “Ley 3 de 3” al votar a favor de Luis Armando Mendoza Casanova para magistrado del Tribunal Superior de Justicia de la entidad, cuando el susodicho tiene denuncias por agresión en contra de su ex esposa y al aplicar como juez el favoritismo a un acusado de violación.
Las organizaciones feministas han realizado el seguimiento de este caso y alertaron a tiempo a los legisladores, pero a pesar de las evidencias y los expedientes en la mano el agresor de mujeres llegó al puesto deseado.
Los diputados en vez de analizar los expedientes y denuncias se pusieron de hinojos y cumplieron la orden que salió del Palacio de Gobierno. Es lamentable también que el gobernador haya incluido al abogado Mendoza Casanova en la terna enviada al Congreso, cuando sabia de las denuncias y su actuar en la aplicación de la justicia como juez.
Estos diputados muy pronto olvidaron la ley que aprobaron y enviaron a un agresor a ocupar un puesto en el TSJ. Le dieron la espalda a la ley, a la justicia y a la sociedad. Una mancha muy grande para estos legisladores por su falta de congruencia y de apoyo a las mujeres yucatecas.
De esta manera, un juez agresor y machista al aplicar la ley lo hará con favoritismos: no tomaría en cuenta a la víctima mujer, minimizaría el caso y se pondría de lado del agresor, del olvidadizo de la pensión de los hijos, del acosador, del violador.
Ante esto, las mujeres están en riesgo con jueces que las victimicen nuevamente al no aplicar las leyes correctamente. Y no es lo que pedían y por lo que lucharon las mujeres al buscar que la “Ley 3 de 3” se avalara en el Congreso. Ahora, con esta deplorable acción de la mayoría de los diputados, la “Ley 3 de 3” es letra muerta ante este negro precedente.
¿Qué motivos llevaron primero al gobernador Mauricio Vila Dosal a integrar en la terna al juez agresor para proponerlo como magistrado para el TSJ y después a los 18 diputados para avalarlo, más cuando organizaciones feministas alertaron con tiempo de los antecedentes del candidato?
No quisieron aceptar las evidencias y como congéneres, gobernador y diputados, prefirieron apoyarlo y minimizar las voces feministas, pero con este actuar dejan a las mujeres de la sociedad desprotegidas.
Es lamentable este retroceso en la protección de las mujeres. Se habla mucho de seguridad para los ciudadanos y de apoyo a las mujeres, pero en los hechos se olvidan las leyes, se maniata a la justicia y se marginan los derechos femeninos.
Organizaciones feministas y mujeres activistas protestaron ante la imposición del juez agresor en la terna del gobernador y después durante la toma de posesión como magistrado. Pero no fueron escuchadas. Hubo oídos sordos y ceguera legislativa en una votación que violenta la ley y la justicia.
Sin pena, sin sonrojo alguno, menos vergüenza, porque en el reciente ayer votaron por la misma ley, los 18 diputados locales, la mayoría del PAN, le asestaron un golpe contundente a la “Ley 3 de 3”. Un retroceso en el avance de la protección de la mujer.
Las mujeres yucatecas alzan la voz y protestan. No dejarán así este golpe artero. Buscarán el amparo y otras medidas que logren que la “Ley 3 de 3” se respete ante esta violenta agresión a los derechos femeninos.— Mérida, Yucatán
marpero53@yahoo.com.mx
*Profesor