MÉRIDA, Yucatán.– El periodismo yucateco se viste de luto. La tarde de ayer, a las 3:00 p.m., falleció tras una breve dolencia el legendario fotoperiodista Isidro Ávila Villacís, vecino emblemático del barrio de San Sebastián y conocido por generaciones como el “Caballero de la Lente”. Su partida cierra un capítulo fundamental en la memoria gráfica de la península, dejando un legado de profesionalismo, humanidad y momentos históricos capturados para la eternidad.
Su amigo y colega por más de tres décadas, el periodista Manuel Triay Peniche, compartió un sentido reconocimiento que retrata la magnitud de Don Isidro, no solo como profesional, sino como ser humano.
Compañero de Vida, Historia y Hazañas
La relación entre Triay Peniche y Ávila Villacís trascendió la redacción. “Durante 31 años trabajamos juntos, fuimos compañeros de vida, de historia, de grandes aventuras y hazañas”, escribió Triay. Su mancuerna periodística los llevó a enfrentar juntos el peligro, escapando “por techos y calles de turbas estudiantiles o de campesinos enojados”, y a compartir la elegancia de los salones del Club Campestre en noches de gala.
La camaradería se forjó en coberturas maratónicas, como los 15 días que pasaron en Cancún cubriendo el “Diálogo Norte-Sur”, donde compartieron habitación y anécdotas. Fue allí, recuerda Triay, donde le obsequió una botella de “Disaronno”, un licor italiano que se convirtió en uno de los favoritos de Don Isidro.
Testigo de Momentos Clave en la Península
La cámara de Isidro Ávila fue el ojo de Yucatán ante el mundo. Su trabajo no fue solo un registro, sino una narración visual precisa y valiente de los eventos que definieron a la región. Entre sus coberturas más memorables se encuentran:
- Tragedias y Desastres: Estuvo presente entre los restos del avión en el que murió el ídolo Pedro Infante, documentó las desgarradoras escenas de heridos y cadáveres en la Plaza de Toros tras el cierre de una campaña priista, y luchó contra los elementos para obtener las mejores imágenes de los huracanes Inés, Beulah y Gilberto.
- Deporte de Campeonato: Su lente inmortalizó las glorias del boxeo yucateco, siguiendo las peleas de Miguel Canto, Lupe Madera y Guty Espadas. También capturó la inauguración del parque Kukulcán y la euforia por el campeonato de Los Leones de Yucatán.
- Visitas de Talla Mundial: Documentó con su particular estilo las giras de personalidades como Jacqueline Kennedy, los Reyes de Bélgica, las princesas Margarita y Beatriz de Holanda, y los príncipes de Mónaco, así como los reyes de España.
“Espacio nos hará falta, amigo Isi”, reflexiona Triay, recordando la anécdota de un umpire de béisbol que cantó “safe” y al día siguiente vio publicada la foto de Don Isidro que demostraba, sin lugar a dudas, que había sido out.
El Legado de un Maestro del Periodismo
Más allá de su impresionante portafolio, el mayor legado de Isidro Ávila fue su calidad humana. Triay Peniche lo define como un “modelo de responsabilidad, entrega, ingenio y profesionalismo”, pero, sobre todo, como un maestro para múltiples generaciones de periodistas.
“Nos enseñaba día con día el respeto, la empatía, la generosidad en toda su extensión, la caridad y calidad humana”, subraya. Cientos de colegas y miles de personas que lo trataron, incluyendo las incontables novias que presumen con orgullo las fotos de su boda tomadas por él, hoy lamentan su partida.
Con un agradecimiento eterno, su amigo y compañero concluye: “No sé cuánto tiempo me falte para devolverte aquella visita a mi oficina, pero de algo estoy seguro: te llevas como equipaje mi cariño y agradecimiento eterno”.