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Mérida, Yucatán.- Los cambios bruscos de temperatura son uno de los factores que pueden detonar los ataques de asma; por lo tanto, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) exhorta a pacientes con este diagnóstico, así como a la población en general a extremar precauciones, continuar con las medidas preventivas contra el COVID-19 y en caso de presentar síntomas de enfermedades respiratorias, acudir a su Unidad de Medicina Familiar (UMF) para evitar complicaciones.
La doctora Mirna López Gutiérrez, coordinadora auxiliar médica en Salud Pública, explicó que el asma es una enfermedad del sistema respiratorio que comúnmente se presenta en las y los niños, aunque también puede presentarse en adultos. Sin embargo, debido a que los infantes tienen vías respiratorias más pequeñas, el asma es especialmente delicada en el primer grupo.
El Seguro Social cuenta con diversos tipos de tratamientos y medicamentos para el asma, como son los de rescate inhalables (rápido alivio) para tratar los síntomas y los medicamentos prolongados (por inhalación y por vía oral) para controlar la inflamación que normalmente provoca este padecimiento.
Los síntomas característicos de esta enfermedad son: dificultad para respirar, tos y jadeos, silbidos y opresión en el pecho.
La especialista mencionó que entre las causas principales del asma pueden intervenir factores genéticos, es decir, que algún miembro de la familia lo padezca, y factores alérgicos que se producen al entrar en contacto con un elemento desencadenante.
Algunos de los factores alérgicos que pueden desencadenar el asma, son: humo, polvo, polen, infecciones virales, esfuerzo físico, pelo y caspa de los animales, moho, cambios de temperatura y perfumes.
El Seguro Social exhorta a la población a acudir a sus unidades médicas para recibir una valoración y de ser requerido se les brinde un plan de tratamiento contra el asma o sean canalizados con especialistas en Neumología.
De igual forma, se reitera la importancia de extremar precauciones ante los cambios bruscos de temperatura, no suspender los tratamientos médicos y no bajar la guardia en la implementación de medidas preventivas contra el COVID-19, como, por ejemplo:
Lavado de manos, sana distancia y uso correcto del cubrebocas.
Evitar tocarse la cara; en especial ojos, nariz y boca.
Evitar compartir objetos de uso personal.
Haber enfermado no garantiza estar protegido, por eso es importante que todas las personas se vacunen. Estar vacunado no significa que se puede dejar de usar cubrebocas de manera adecuada.
