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El feminicidio de Emma Molina cimbró a Yucatán

Megamedia

Diario de Yucatán

Dos años de un crimen

A dos años del asesinato de la señora Emma Gabriela Molina Canto, que cimbró a Yucatán, solo dos de los cinco involucrados en ese crimen han recibido condenas, pues los demás están bajo proceso judicial con distintos fines.

El 27 de marzo de 2017, después de las 3 de la tarde, un reportero de Megamedia recibió una llamada: “¡Mataron a Emma Gabriela, mataron a Emma Gabriela!”.

Minutos más tarde se confirmó lo ocurrido en una casa del fraccionamiento San Luis, ubicado a corta distancia del Centro Médico “Licenciado Ignacio García Téllez” del IMSS (ex-T1).

La Policía, con base en datos proporcionados por personas que vieron el ataque a la señora Molina Canto, recorrieron el sitio, detectaron el taxi en el que los “autores materiales” huyeron de la zona y finalmente los ahora condenados fueron aprehendidos.

En ese momento se desataron una serie de versiones y conjeturas que apuntaron a Martín Alberto Medina Sonda como “autor intelectual” del homicidio de su ex esposa, con quien tuvo diferencias públicas en los últimos años.

A estas alturas el proceso judicial sigue contra Medina Sonda, quien pidió se revisen los motivos por los cuales le negaron el amparo que pidió contra el juez Luis Mugarte Guerrero, quien lo sometió a investigación. No se ha llegado al juicio oral porque el inculpado, que sigue preso en Villahermosa por delitos relacionados con su participación en el gobierno de Tabasco, pidió la revisión del amparo que se le negó.

La orden de aprehensión girada por autoridades yucatecas se cumplió “a distancia” y por videoconferencias se han realizado diversas audiencias desde la capital tabasqueña. En esas reuniones el acusado ha expresado su inocencia.

Su último movimiento judicial fue pedir se revise el amparo que se le negó contra la vinculación a proceso que ordenó el juez Mugarte Guerrero.

El expediente sigue su curso en un tribunal colegiado con sede en Cholula, Puebla, y se espera que en un mes se resuelva, en segunda instancia, si se concede o no el amparo al exesposo de la ultimada Emma Gabriela.

Otros más

El “Cachorro”, también identificado con los nombres de Juan Ramón Moreno Hernández, Freddy García Ramírez y Ricardo González Monroy, insiste en su inocencia a pesar de que fue señalado como el “enlace directo” entre Medina Sonda y los “autores materiales”.

El amparo que solicitó le fue negado, pero sigue en revisión. A la par con este proceso, el acusado intenta abandonar el reclusorio meridano con el argumento de que es “maltratado” por las autoridades locales.

Además, según datos obtenidos, dice que le atacan sus derechos humanos, ya que está lejos de su familia y, por tanto, pide se le traslade a la prisión de Cárdenas, cerca de Villahermosa, donde reside su familia.

Hay indicios de que esta petición se concedería en breve. El “Cachorro” es vinculado con numerosos hechos delictivos en esa ciudad de Tabasco y poblaciones cercanas, ya que se le señala como líder de narcomenudistas.

No se ha llegado al juicio oral en esta ciudad por los diversos recursos legales que ha promovido.

Los “autores materiales” del asesinato, los tabasqueños Oscar Miguel López Tobilla y Jonathan Amézquita Avalos, fueron condenados a más de 40 años de prisión. Esas sentencias fueron confirmadas por el Tribunal Superior de Justicia.

Llegaron a Mérida para cometer el crimen, “un susto” que le daría a la señora Molina Canto, quien fue atacada con una navaja cuando llegaba a su casa. El ataque lo presenciaron sus tres hijos, cuya custodia había obtenido luego de larga lucha jurídica contra su ex esposo Medina Sonda.

Los condenados aún pueden pedir amparo contra esas condenas, juicio de garantías que no han promovido, aunque disponen de varios años para hacerlo, en su caso.

Sigue en libertad el “testigo protegido”, César Rogelio Reyes Barrueta, alias “Güero”, quien junto con el “Cachorro” fue enlace entre Medina Sonda y los asesinos materiales.— Megamedia

Este involucrado recibió beneficios legales porque accedió a proporcionar datos de quienes planearon y cometieron directamente el crimen.

Luego de poco más de un año de prisión y varias visitas al hospital porque padece de una enfermedad crónico degenerativa, fue enviado a una casa con custodia policíaca. Luego, a mediados de 2018 recibió otro beneficio, llevar un detector electrónico de ubicación y acudir a un registro judicial dos veces por semana.

No se ha emitido sentencia por su participación, pero se espera que la condena sea baja porque la ley permite esos beneficios a quienes colaboran en el esclarecimiento de casos de ese tipo.

Se espera que hoy haya una manifestación de familiares y amigos de la señora Molina Canto, como ocurrió el año pasado.

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