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De acuerdo con el director general del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), José Límber Sosa Lara, existe un desconocimiento general sobre el delito de violencia familiar y abandono que contempla el Código Penal del Estado de Yucatán, así como omisión de cuidados, por lo que en la Procuraduría de la defensa del Menor y la Familia (PRODEMEFA), diariamente se atienden casos de este tipo y se exhorta al respeto de cada integrante de la familia, en la que se encuentran dos sectores más vulnerables para la comisión de estos delitos: las niñas, los niños, adolescentes y personas adultas mayores.
“De manera muy puntual en el Código Familiar y las leyes estatales establecen la intervención y alcance que desde PRODEMEFA podemos tener en estos casos, la tarea principal es coadyuvar con investigaciones, entrevistas especializadas y estudios a las instituciones que se encargan de impartir justicia para la demostración de dichas transgresiones, además de la parte preventiva y de acompañamiento a las víctimas que así lo requieran”, indicó el funcionario.
Por su parte, la procuradora de PRODEMEFA, Irene Torres Ortegón, explicó que niñas y niños son regularmente víctimas de omisión de cuidados por parte de sus padres o tutores, que desconocen que esas negligencias constituyen un delito que contempla el código penal bajo la figura de violencia familiar y que en caso de no corregirse podrían llegar hasta la cárcel.
“Todos los días llevamos casos donde los papás caen en descuidos o negligencias en el cuidado de sus hijos, por ejemplo cuando los dejan solos, no los llevan al doctor o los llevan y no siguen el tratamiento, no los llevan diariamente a la escuela, papás que no golpean pero sí humillan, desprecian o ignoran a sus hijos. Este tipo de conductas los privan de sus derechos esenciales y los exponen a toda clase de peligros y abusos que pueden ser desde hasta accidentes hasta lesiones graves por parte de alguien de su entorno”.
“En PRODEMEFA cuando nos llegan estas denuncias de maltrato es de primera instancia investigar para comprobarlo, se hace un trabajo social y entrevista interdisciplinaria con el infante; en caso de comprobarse, citamos a los padres o tutores para exhortarlos, ponerlos en conocimiento de que están cometiendo un delito y establecer un plazo en el que deberán modificar estas conductas. En caso de no haber una respuesta o cambio positivo es cuando se realiza la separación preventiva y se inicia la demanda correspondiente en contra de los padres ante el Ministerio Público y al niño se le busca un familiar que se pueda hacer cargo, en caso de no haber se lleva al albergue”, comentó.
A diferencia de los niños, que sufren en su mayoría descuidos, los adultos mayores y personas con discapacidad sí sufren de abandono de persona; la discrepancia radica en que los abuelitos son olvidados completamente a su suerte en las calles o los hospitales cuando sufren de algún accidente. El Código Penal contempla una pena de uno a cuatro años de prisión para quien cometa abandono de persona.
“Este tipo de reportes nos llegan de los hospitales o personas que encuentran abuelitos abandonados en las calles. Lo curioso aquí es que sus hijos no desconocen que se deben hacer cargo de ellos, pero sí que la ley los obliga y sanciona en caso de no hacerlo. Es muy raro aunque hay casos de niños o bebés que dejan en las calles, donde sí podría aplicar este delito, pero en los adultos mayores es algo muy pero muy frecuente en nuestra sociedad”; explicó que se procede de la misma manera para la solución del conflicto, se reúne a los hijos para que se hagan responsables, en caso de no existir descendientes se localiza a hermanos. Sólo en contados casos donde el adulto mayor no cuenta con nadie es que el Estado lo toma bajo su tutela.
En el Estado, la Ley para la Protección de la Personas Adultas Mayores dictamina que PRODEMEFA puede imponer sanciones de veinte a cien salarios mínimos vigentes a los familiares de adultos mayores que los hagan víctimas de abandono, humillación, discriminación, explotación o marginación; añadió que en experiencia en el cargo, ha detectado que el 80 % de los casos que se presentan, influye directamente el alcohol.
“Es triste ver que en casi todos los casos los papás o las mamás de los niños los descuidan o maltratan por estar bajo los efectos del alcohol o alguna otra droga y los abuelitos son abandonados o a veces hasta despojados de sus viviendas o pertenencias por sus hijos en las mismas condiciones”, expresó. Hizo un exhorto a las familias en general a mantener sus entornos saludables y lejos de adicciones para evitar situaciones de esta índole y así educar a niños sanos, responsables y amorosos, que respeten a sus padres y abuelos y devuelvan en un futuro el buen trato y cuidado que recibieron cuando pequeños.
“Solo de esta forma se acabará con esta problemática que tanto afecta a las familias de Yucatán”, finalizó.
