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La señora Amada Pool Ojeda, descubrió al hacer el pago de la contribución predial, que el domicilio propiedad de sus padres, Camilo Pool Maas, de 82 años y Rosa maría Ojeda Pech de 72, cambió de propietario y manifestó el temor de que algún integrante de la llamada “mafia inmobiliaria” hayan tomado provecho del hecho de que los señores son analfabetas, están enfermos y no pueden hacer el trámite por su estado de salud, hubiese traspasado la propiedad a su nombre.
El pago del impuesto predial es una forma legal de conocer si una propiedad ha sido víctima de la mafia inmobiliaria porque el sistema catastral del Ayuntamiento de Mérida tiene una base de datos actualizada.
El Ayuntamiento de Mérida cuenta con una base de datos actualizada, por lo que al pagar la contribución del predial, se cuenta con una forma legal de conocer si una propiedad ha sido víctima de la “mafia inmobiliaria”.
Ante este sorpresivo descubrimiento, la señora Pool Ojeda pidió al cajero Emmanuel Alcocer Collí, que verificara muy bien los datos de la casa número 538 de la calle 13 entre 14 y 16 de la colonia Amalia Solórzano, solicitando buscar con detenimiento si no había algún error porque la propiedad está a nombre de su madre, ella es la única dueña.
La contribuyente enseñó al cajero el recibo del 3 de enero de 2018 donde aparece que la propietaria es Rosa María Ojeda Pech, de acuerdo con el folio número de cuenta 81 del municipio de Mérida; en el comprobante del pago de ayer aparece el nombre de José Alberto Maa’é Ramírez, de quien dijo desconocer quién es, y su apellido es desconocido en español y en maya.
Al descubrir que el predio de su madre aparece ahora a nombre de otra persona, Amada Pool Ojeda dijo que “me voy a movilizar, me voy a encomendar a Dios que todo lo puede”.
Señaló que está enterada de que en Quintana Roo y en Mérida la “mafia inmobiliaria” despoja de sus propiedades a los viejitos o se apoderan de viviendas desocupadas.
