..:: Visión Peninsular ::.. Visión Peninsular, publica solo la verdad de lo que pasa en nuestro Estado, Quintana Roo y Campeche.
Artículos relacionados
Cancún.- Amenazando con su cargo como delegado del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) en Cancún, Raúl Bermúdez Arreola se encuentra envuelto en una polémica luego de que amenazó e intimidó a un empleado de un gimnasio de la residencial Isla Dorada, en esta ciudad.
En un audio compartido por el ‘Observatorio Ciudadano’ en Youtube, se escucha a Raúl Bermudez amenazando e intimidando a personal del residencial Isla Dorada en la Zona Hotelera, con el pretexto de que “estaban violando sus derechos como condominio o incluso como autoridad”.
Ante los hechos, el funcionario amenazó con clausurar el gimnasio que opera en dicho complejo residencial, aunque no tenga facultad para hacerlo e incluso se escucha en el audio que amenaza al empleado diciéndole que “lo va a apretar”.
En el audio se escucha como el trabajador que intenta explicarle que no puede modificar las restricciones de aforo del gimnasio, ni descontarle la mensualidad a él y a quienes no alcanzan lugar para ingresar a su gusto.
El apodado #LordFonatur en redes sociales vuelve a amenazar al empleado diciéndole que “lo va a poner en su lugar”.
Fonatur aclara que fue “un problema doméstico”
Los detalles de la conversación entre el empleado y el funcionario se escuchan en una grabación telefónica, cuyo contenido fue reconocido por el director general del Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, quien consideró que se trató de un “problema doméstico” entre condóminos y aseguró que Bermúdez ya estaba ofreciendo disculpas.
“Ya se está disculpando con los del gimnasio y demás vecinos. Es un problema doméstico, donde, sin duda, se equivocó y actuó prepotentemente“, señaló Jiménez Pons con entrevista para El Universal.
Además aseguró que Bermúdez será amonestado y “está advertido”.
Además, no es la primera vez, pues Raúl Bermúdez Arreola, originario de Tabasco y amigo cercano de Jiménez Pons, acumula varias quejas de habitantes de otros residenciales en la zona hotelera, que le reprochan “prepotencia” y “altanería”.
