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Mediante una tecnología cuyos creadores denominan “ecoevolución”, la cual permite que un vehículo se vuelva eléctrico para contribuir a la disminución de las emisiones de carbono que contaminan el ambiente, el primer auto convencional adaptado para funcionar con energía eléctrica, alcanza los 120 kilómetros por hora, y se encuentra en pruebas en Mérida para aumentar su velocidad.
De esta manera el vehículo obtiene su rendimiento de baterías que se cargan con energía eléctrica de los hogares, cuyo voltaje sea de 220; las pilas se cargan al 100 por ciento en cuatro horas.
Este proyecto ha concursado en plataformas de fondeo nacionales y concursos de energías verdes. Actualmente están en incubación en el campus Mérida de Startup México (SUM) y recientemente recibieron un apoyo de 190 mil pesos del Instituto Nacional Emprendedor por ser de los seleccionados de la convocatoria 2.4 “Incubación de Alto Impacto y Aceleración de Empresas”.
Actualmente continúan fortaleciendo su modelo de negocios y gracias a la mentoría lograron el registro de su modelo de utilidad. En breve harán un lanzamiento oficial para realizar las primeras ecoevoluciones y anunciar las alianzas estratégicas con empresas de financiamiento para poder pagar el costo, el cual está estimado entre 100 mil y 120 mil pesos.
Menos contaminación
Uno de los líderes e impulsor del proyecto, Javier Quezada, dijo que la idea nació por el interés de aportar al cuidado del medio ambiente y reducir la contaminación producida por los hidrocarburos.
Esto también derivado a su dinámica de movilidad que implicaba un trayecto fijo y altos costos en combustible. Fue así como desde el 2015 comenzó el proceso de conseguir esta adaptación y el resultado que siguen midiendo hasta ahora, apenas el viernes pasado (5 de agosto) registraron el máximo nivel de velocidad: 120 kilómetros por hora y prevén que en breve alcancen los 130 kilómetros por hora.
Para alcanzar los grados de funcionamiento necesarios de su iniciativa, se alió a un grupo de expertos, con quienes realizó los experimentos y la “ecoevolución” de un auto compacto convencional a uno eléctrico.
Con baterías
Esta iniciativa fue elegida para ser incubada en Startup México Campus Mérida, en el parque TecniA de la Universidad Anáhuac, donde logró la consolidación de la empresa para este servicio, bajo la firma de Vehículo Sustentable.
Al mes aplicó a una convocatoria del INADEM y con ese apoyo además de consolidar el prototipo comercial, adquirió cuatro motores listos para ecoevolucionar cualquier coche de modelos menores al 2012.
Javier explicó que el motor está alineado con la trasmisión manual del coche original, la cual se le retiró el motor de gasolina y se reemplazó por uno eléctrico que funciona con baterías albergadas en la parte trasera de auto, en un banco de 12 piezas de ocho voltios que suman los 96 voltios que requiere el coche para su funcionamiento y cuentan con indicadores sobre el estado de carga.
