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Víctor Argáez, pintor con más 30 años de trayectoria, formador de generaciones de artistas y líder de proyectos para que el arte tome espacios públicos donde sucede la vida, se mueve y puede ser apreciado por más personas que las que acuden en una galería; continúa compartiendo su talento de manera individual y colectiva, porque asegura que sumar es mejor que dividir, en especial en las artes.
Su trabajo es reconocido por la sociedad y la comunidad artística, y sus murales ya son parte del paisaje urbano, su obra es parte del patrimonio del Estado con murales ubicados en sitios como la Facultad de Contaduría y Administración, Facultad de Derecho, la Universidad Tecnológica Metropolitana y el Tecnológico de Mérida.
Actualmente forma parte del colectivo del Parque Hidalgo y encabeza junto con un grupo de artistas la iniciativa para crear el corredor del arte que abarca los principales parques del Centro Histórico de Mérida.
En tanto se define el proyecto con las autoridades, “invaden” los espacios públicos con montajes de diferentes exponentes e incluso ofrece sesiones de pintura al aire libre, por lo que se le puede ver un jueves por la mañana con caballete, paleta y pincel en mano creando frente a la mirada de curiosos y paseantes.
Vocación por el color
Desde temprana descubrió su afición por el dibujo; durante su época de estudiante de secundaria reforzó el gusto y lo puso a prueba en concursos en los que comenzó a obtener reconocimientos, pero no fue sino hasta después de casarse cuando comenzó su educación formal en la pintura y su compromiso a manera de matrimonio oficial con el arte.
Su discurso visual afirma la identidad de los suyos para captarla del tiempo fugaz, a la trascendencia en pintura, a la que aporta rostros, cuerpos y escenas del pueblo yucateco.
El escritor y poeta Jorge Lara reconoce en su obra la resonancia de influencias de maestros del arte pictórico que lo precedieron como Fernando Castro Pacheco (+), Ermilo Torre Gamboa y Manuel Lizama, que son advertibles en sus obras figurativas y registran la vigencia del paisaje social del costumbrismo.
“En el ayer que es el hoy. Caminando al mañana, en el tiempo que no se cuenta, en el lugar donde pasan las cosas, los quehaceres entre padres e hijos. Ahí donde me toca estar, donde pertenezco, ahí donde lo que tengo que hacer es hacer las cosas que vi, escuché y aprendí de mis abuelos, padres, tíos y hermanos, y que mis hijos ya llevan en la sangre”.
“De eso hablo, predico y me ocupo: de cuidar nuestro entorno, de esperar con paciencia a que mi suplente entre en armonía con el universo, a esos cielos multicolores donde habitan nuestros antiguos padres, a la tierra que nos espera paciente la materia. Desde luego saber y estar satisfecho de haber cumplido con la encomienda. La de vivir, dejar vivir y ayudar a vivir”.
“Eso escuché de mis abuelos, de mis padres y de mi pueblo, eso es lo que sé hacer”, expresa el artista cuando habla de su obra y de cómo considera que la cultura permanece a través del tiempo.
Sumando fuerzas
Desde su natal Buctzotz promueve el arte, pero no está solo; desde los 80 se integró al colectivo “Art’ho”, en los 90 creó la asociación “La Casa de los Artistas”, ha formado generaciones de pintores; entrando al nuevo milenio fundó el grupo de jóvenes pintores del “Círculo verde” y con parte de sus integrantes y de otros grupos, así como independientes forma parte del “Colectivo Parque Hidalgo” desde el 2014, con un promedio de 20 exponentes que llenan de color donde se coloquen, antes en el Parque Hidalgo y recientemente los jueves en el de Santa Lucía.
En su labor en conjunto procura compartir sus hallazgos a generaciones y vocaciones estéticas nuevas promoviendo la unidad y el trabajo colaborativo.
En entrevista, dijo que, como el arte, como las piezas sagradas que se quedan en sus templos, se alejan de la mayoría y lo que busca es que se aprecie en la libertad de los espacios públicos, donde se acerca quien les interesa el trabajo de los artistas.
No obstante, continúan participando en exposiciones albergadas en galerías, como es el caso de Terracota, donde expondrán el 15 de agosto y en septiembre harán lo propio en Tizimín.
Trayectoria
Su primer concurso nacional de pintura fue durante su etapa de estudiante de secundaria, en 1978.
En 1983 ingresó al taller del maestro Ermilo Torre Gamboa.
En 1987 creó su primer taller de pintura en Buctzotz, y exhibe en Mérida, Valladolid y Tizimín.
1993 tiene su primera exposición en el Teatro Peón Contreras.
En 2000 fue invitado por el maestro Carlos Acereto Canto para decorar su teatro y realiza un mural de más de 150 metros cuadrados.
En 2001 fue invitado por la Universidad Autónoma de Yucatán para realizar un mural en la FCA, al año siguiente hizo lo propio en la Facultad de Derecho con dos murales de 60 metros y en 2003 la Universidad Tecnológica Metropolitana lo convoca para hacer un mural de 48 metros en sus instalaciones.
En 2011 realiza un mural de 120 metros cuadrados en el Instituto Tecnológico de Mérida.
Es invitado en la delegación de artistas de la Semana de Yucatán en México.
Participa en exposiciones colectivas e individuales tanto en Mérida como en diferentes estados de la República Mexicana.
