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“La droga de Los Pelones era mejor que la de los Zetas, era más pura, más cocaína, además era más barata”, dice Adrián “N”, al recordar y comparar los dos tipos de crack que consumió por más de cinco años en diferentes picaderos de Cancún, Quintana Roo.
Adrián, pasó de ser un padre ejemplar, presente en las juntas matutinas del colegio de sus hijos, buen vecino y trabajador, a un hombre que se alejó de su familia.
Para él conseguir drogas en Cancún nunca fue un problema, basta con tomar cualquier unidad del Sindicato de Taxistas “Andrés Quintana Roo”, y pedirle al conductor que lo lleve a una zona donde vendan crack. Otra manera es ir a un bar desnudista en el centro de la ciudad y pedirles a las prostitutas que le ayuden a conseguir una dosis, ir a consumirlo en algún motel económico en la zona conocida como “El Crucero”. La otra es ir directamente a un picadero (una zona abandonada donde se reúnen las personas consumidoras de “piedra”, cocaína y otras sustancias).
La opción más sencilla, rápida y económica para conseguirlo era, para él, esta última. El lugar era la “Plaza Kabah”, un establecimiento abandonado en la Región 93 de Cancún, ubicado sobre la avenida Kabah y Francisco I. Madero.
En ese lugar, casi siempre después de salir del trabajo, Adrián veía al “Flaco”, un hombre de mediana edad que vivía ahí y cuidaba la plaza; se presentaba como el administrador e invitaba a la gente que transitaba por la zona a beber una cerveza.
“El Flaco contactaba al proveedor de droga, él no la vendía, se dedicaba a llamar a la gente, el abría y siempre mantenía cerrada la reja”, explica Adrián.
La Plaza Kabah es de dos niveles, en los costados, en la parte frontal y en la planta baja tiene locales de diferentes giros comerciales. El establecimiento se mantuvo de 2007 a 2015 con negocios cerrados, otros abandonados y sobrevivían apenas 10 comercios que estaban frente a las avenidas principales, unos metros más lejos del picadero.
Debido a la falta de supervisión de las autoridades en la zona, el “Flaco” y otros compañeros decidieron habitar la plaza para vivir y también para llevar a personas a consumir drogas, comenta Adrián.
“Cualquier inmueble, local o plaza de Cancún, que tuviese alguna zona sin vigilancia o abandonado, es un punto proclive a convertirse en un picadero”, describe.
Sobre las drogas, dice, hay de dos precios, uno de 50 y de 100 pesos la dosis, se supone que el barato era de un grupo, “de ‘Los Pelones’, ellos vendían mejor calidad, era barata, nos gustaba, nos peleábamos por esa. La otra lo vendían Los Zetas era más corriente, pobre, menos cocaína, más porquería de otro tipo”.
Adrián cuenta que la preferencia de los drogadictos por el crack de Los Pelones era tan alta que a veces escaseaba.
En el picadero el “Flaco” pedía prestado el teléfono de sus amigos-clientes para llamar al proveedor de droga que llegaba en una unidad de taxi hasta la Plaza Kabah.
En 2016, el Sindicato de Taxistas “Andrés Quintana Roo” notificó que expulsó del gremio sindical a 102 taxistas por no pagar las cuotas sindicales, otros por estar involucrados en delitos de fuero común, por robo, intento de violación y por narcomenudeo.
“Le hablaba a cualquier taxista, preguntaba en donde están vendiendo, yo no agarraba un taxi especial que conociera, nunca me tocó un taxista que no supiera… yo compraba y regresaba al taxi, pagaba normal de ida y vuelta de la tarifa regular. Por ejemplo si era 30 y 30, yo les daba 70 pesos, ellos ganaban por eso”, detalla Adrián.
Las ventas de narcomenudeo provienen de al menos tres cárteles de la droga, entre ellos, el Cártel del Golfo (CDG), Los Pelones y el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), según la fiscalía.
De acuerdo con los datos estadísticos del Centro de Integración Juvenil (CIJ) el consumo de drogas se incrementó en Cancún durante 2016, especialmente entre mujeres y menores de edad. En 2015, se atendieron 680 pacientes que llegaron por primera vez a un proceso de rehabilitación, mientras que hasta octubre de 2016 acudieron 500.
“Las drogas a las que tienen acceso las obtienen a las afueras de las universidades, narcotienditas, centros nocturnos e incluso a través de las redes sociales y por WhatsApp… Basta con solo llamar o mandar un mensaje al vendedor a través de Facebook o por WhatsApp, e inclusive el producto llega hasta el domicilio del adicto”, comenta Lilian Negrete Estrella, presidenta del CIJ de Cancún.
Lo mismo sucede en Playa del Carmen, del municipio Solidaridad, donde conseguir drogas es tan fácil como pedirla a transportistas, meseros o prestadores de servicios turísticos, según revelaron fuentes policiacas y comerciantes.
La zona de La Quinta Avenida y la Calle 12 -donde se registró una balacera con saldo de cinco personas muertas- es conocida por sus bares, antros, restaurantes pero también por ser un área donde los narcomenudistas tienen presencia para satisfacer el consumo de turistas y locales.
Los vendedores de droga viven principalmente en las colonias El Ejido y Luis Donaldo Colosio desde donde bajan a la zona turística a distribuir; el mercado está peleado por “Los Pelones” y Cártel del Golfo. En este centro turístico la droga más vendida es la cocaína, según ha reportado La Fiscalía.
Narcomenudeo se concentra en Cancún
Durante los tres últimos años Cancún ha captado 43.9% de las detenciones por narcomenudeo en Quintana Roo. La Fiscalía General del Estado (FGE) de 2014 a 2016 ha detenido a mil 852 personas por posesión de drogas en Quintana Roo que pretendían comercializarse en al menos ocho municipios de los 11 que tiene el estado.
De acuerdo con el reporte de la Fiscalía, Cancún, Playa del Carmen y Chetumal son las principales zonas de venta para los narcomenudistas.
Sin embargo, destinos turísticos como Isla Mujeres, Tulum y Cozumel son áreas de oportunidad para vender droga, ya que en aquellos municipios capturaron el resto de vendedores, señalan las autoridades.
La mariguana encabeza la lista en la venta de drogas de Quintana Roo, seguido de la cocaína, la metanfetamina, la tenamfetamina (MDA) -sustancia psicoactiva de la familia de la metanfetamina que se distribuye en píldoras o pastillas- además del cristal.
Miguel Ángel Pech Cen, titular de la FGE en Quintana Roo, quien fue nombrado al cargo en diciembre de 2016, menciona que en el combate al narcomenudeo apoyarán a la Procuraduría General de la República (PGR) y a la Secretaría de Marina (Semar) para detener desde tiradores y vendedores de droga que operan en el estado y en los diferentes destinos turísticos.
“Lo que más daña a la población no solamente de aquí, son las fronteras que tiene nuestro estado, en el centro de Quintana Roo, el hecho de estar conectados con Yucatán y Campeche, hace esa área atractiva para el recibimiento de la droga, en su recepción y distribución. En lo que toca a la zona sur (del estado), hay personas y te puedo decir que hasta familias que se dedican a estas actividades, que puede haber complicidades de algunas autoridades que los protegen y que a veces impiden esta situación (detenciones), son parte de las investigaciones que se llevan”, dice el fiscal.
20 zonas de riesgo de consumo en Cancún
El destino turístico tiene 20 colonias o zonas de alto riesgo para la utilización de drogas, es decir, en aquellas colonias se encuentra viviendo el mayor porcentaje de consumidores de sustancias nocivas.
De acuerdo con el Estudio Básico de Comunidad Objetivo (EBCO) elaborado por el CIJ, existen al menos 20 colonias de alto riesgo y de atención prioritaria para el período 2013-2018, mismas regiones que deben ser atendidas con programas de prevención contra las drogas.
Zonas del alto riesgo y de atención prioritaria para el CIJ Cancún:
– Supermanzana 233
-Supermanzana 229
– Supermanzana 100
– Supermanzana 101
– Supermanzana 102
– Supermanzana 103
– Supermanzana 61
– Supermanzana 63
– Supermanzana 70
– Supermanzana 71
– Supermanzana 76
– Supermanzana 77
– Supermanzana 89
– Supermanzana 92
– Supermanzana 95
– Supermanzana 1 (primer cuadro de la ciudad)
– Zona de universidades
– Centro zona hotelera
-Norte zona hotelera
-Sur zona hotelera
