Rubén Osorio Paredes (*)
Publicado en Diario de Yucatán
“El mejor legado de un padre es un poco de su tiempo cada día”.
Como escribimos la semana pasada, el testamento es la manifestación legítima y acreditada de nuestra voluntad sobre a quién le transferiremos la propiedad de nuestros bienes al morir.
Puede realizar su testamento toda persona mayor de edad y en pleno uso de sus facultades, pero esa declaración tendrá que hacerse libre y razonadamente, para decidir a quién o quiénes designa como beneficiario de su patrimonio. A continuación una descripción de los dos principales tipos de testamento:
Público abierto.— Es el más común y utilizado; es el que se otorga ante notario. Para redactarlo, el testador debe expresar de modo claro y terminante su voluntad al notario, en presencia de tres testigos.
El notario debe redactar por escrito las cláusulas del testamento, sujetándose estrictamente a la voluntad del testador y leerlas en voz alta para que éste manifieste si está conforme. Si lo estuviere, deben firmar en la escritura el testador, el notario y los testigos.
Ológrafo.— Se llama así al escrito del puño y letra del testador.
Este testamento sólo puede ser otorgado por las personas mayores de edad y, para que sea válido, debe estar totalmente escrito por el testador y firmado por él, con expresión del día, mes y año en que se otorgue.
El testador debe hacer por duplicado su testamento ológrafo e imprimir en cada ejemplar su huella digital. El testamento original debe colocarse dentro de un sobre cerrado y lacrado, para ser depositado en la sección correspondiente del Archivo Notarial.
El duplicado debe ser colocado también en un sobre con iguales características y devuelto al testador con una anotación en la cubierta. Éste puede poner en los sobres los sellos o marcas que estime necesarios para evitar violaciones.
El depósito en el Archivo Notarial lo debe hacer personalmente el testador, quien debe presentar dos testigos que lo identifiquen.
Estimado lector, he visto hijos que se pelean por los bienes de sus padres cuando éstos mueren sin hacer testamento, pero nunca he visto hijos que peleen por atender a sus padres cuando éstos envejecen, por lo que el testamento es una muy buen forma de construir certidumbre entre los tuyos y así evitar conflictos futuros. ¿No lo cree?
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