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Claudia Sheinbaum Pardo beneficiaria de la cultura feminista, pero las mujeres solo obtienen apoyos monetarios

Por: SemMéxico

  • Programas anunciados o en marcha centrados en la política de bienestar no de género
  • Claudia Sheinbaum piensa en mujeres solo para apoyar el proyecto de su partido

Sara Lovera*

SemMéxico/Cuadernos Feministas No.41, Cd. de México, 30 de agosto, 2025.-El primero de octubre de 2024 la imagen colocada en el Salón de la Tesorería del Palacio Nacional, donde se realiza la Mañanera del Pueblo, es la de una indígena, significando que una mujer ostenta la primera magistratura del país.

 Esta imagen en ese espacio, desde el primer día, reafirmó que a la presidencia de la república llegó una mujer, una imagen que por sí sola  prometía un cambio. Ella, la presidenta, quiero pensar, así lo decidió con toda responsabilidad, consciente de que en el mundo de la política y la democracia occidental y capitalista, la mitad de la población es un botín social, económico y político.

Los gobiernos que forman parte de la ONU lo tienen muy claro. Las mujeres, nosotras, somos necesarias para el desarrollo de la economía de mercado y, si fuera posible, la garantía para su idea de democracia, una que sin ser feminista es patriarcal con mujeres adentro.[1]1

En la práctica concreta el gobierno mexicano cambió, no la narrativa, sino las palabras; maquilló la Constitución para sumar a las mujeres –no a todas– al proyecto del partido en el poder, al que ella está obligada, un proyecto de carácter populista/autocrático, concentrador de poder y que niega las libertades, o sea, la misma estrategia encabezada por Andrés Manuel López Obrador y el partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) que gobierna el país desde 2018.

Un proyecto político del que están excluidas las activistas, las pensadoras y las críticas feministas. Excluidos también los hombres de ese talante. Todo lo que se ha hecho o anunciado concuerda con ese proyecto, cuando de mujeres se trata. A pesar del slogan “llegamos todas”, en un año no se ha referido a las madres de las y los desaparecidos ni a las madres de las mujeres muertas por feminicidio. No las ha incluido en ninguno de sus discursos de acciones o promesas. Ni para guarderías de las y los huérfanos del feminicidio.

Al analizar los medios, noticias y documentos oficiales buscando su reacción sobre estos fenómenos encontramos que la presidenta de la república solamente anunció una Ley sobre desaparición forzada y dijo: “nuestro sentir está con las familias de las personas desaparecidas. Sabemos de su necesidad y anhelo de reencontrarse con sus seres amados”.

Presentó 10 acciones a favor de las mujeres, pero no las mencionó y hasta ahora, ni durante su campaña se reunió con ellas.

La estrategia de este gobierno –el de la 4ª. Transformación– fue desmovilizar al feminismo.

Lourdes García Acevedo

Lourdes García Acevedo es una de las 10 mujeres con las que hable para escribir este texto. Ella fue de las iniciadoras o practicantes del cuerpo político o ideológico de la segunda ola del feminismo y su agenda, que en los años 70 del siglo XX, apareció y se extendió por todo el mundo. Este “nuevo feminismo” actuó entre finales de los años 60 hasta los 90, se caracterizó por la denuncia de la estructura de poder, la reivindicación de la autonomía femenina, la libertad de las mujeres para tomar decisiones tanto en la vida pública como privada.

Se trató de un movimiento que fue más allá de la igualdad de derechos y que propició, en todo el mundo, la aparición de grupos organizados, muchos, hoy en día, institucionalizados; así como asociaciones y movimientos feministas que en diálogo con los gobiernos avanzaron en una agenda centrada en cambios legislativos y algunas políticas públicas.

La agenda concreta y reivindicativa de este movimiento fue: no a la violencia contra las mujeres, aborto libre y gratuito y derecho a la libre opción sexual. Pasó de la participación política, solo por el voto, a la intervención creciente de las mujeres en la toma de decisiones, vía  cuotas y paridad. Es decir, tuvo un crecimiento numérico de las mujeres en la política y el gobierno.

El feminismo se está transformando en esta época, tan falta de certezas, lo que nos recuerda que hay que luchar por mejorar los derechos humanos de las mujeres, conocer y proponer. Elena Tapia Fonllem

Ese feminismo transformador de las relaciones sociales es un feminismo con el cual la 4ª. Transformación no dialoga y más bien evade o fustiga. Lo considera aliado del régimen “neoliberal y de derecha”. No admite que el  origen de la revuelta del último tercio del siglo XX cuestionó sistemáticamente a las instituciones fundamentales del sistema: la iglesia, el matrimonio, la familia, la maternidad y la heterosexualidad.

Hoy, la disputa en México es si primero las pobres y el bienestar social o la libertad de las mujeres, el reconocimiento a su experiencia, a su humanidad y el derecho a vivir libres de la violencia y deshacerse del yugo patriarcal.

Pero el feminismo de la segunda ola está en crisis o ha desaparecido. Sus exponentes y promotoras, en México, en los últimos ocho años callaron ante el derrumbe de la política oficial de género, en el que creían a pesar de sus limitaciones, engaño y manipulaciones. Historia que aquí no contaremos.

Hoy en el mundo surge lo que llamaré feministas de una 4ª. ola, constituido y visible de jóvenes feministas que han vuelto a la lucha callejera asumiendo, consciente o inconscientemente, la agenda de la segunda ola, pero  recreándola y extendiéndola a nuevas realidades.

Este es un momento de parálisis del movimiento feminista en México, donde las mujeres que están en el poder no toman decisiones, el “llegamos todas” es la expresión del feminismo esencialista, mujerista, una masa informe que sólo sirve de fachada. Alejandra Rojas Pérez

Más de lo mismo, pero con otro enfoque

El gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo, sostengo, se ha beneficiado de la cultura feminista, su narrativa en cuadra perfectamente con la que utilizaron los gobiernos priistas o panistas desde 1975 para “incluir a las mujeres en el desarrollo”, pero sin cambios profundos. Eso todas lo sabemos. Se diría que la presidenta de la república ha maquillado la política tradicional de género; ha reelaborado las demandas feministas, para beneficio partidario. Finiquitó programas sociales, por encima de la ley, con un discurso demagógico sostenido en su slogan: “Llegamos todas” hablando a quienes siguen trabajando para llevar al poder a las mujeres y para las del pueblo rearmando la política y el discurso del tradicional corporativismo.

De eso se trata aquello de las Tejedoras de la Patria y, al mismo tiempo, creando expectativas exclusivamente económicas para las más pobres, viejas o desempleadas. Lo hecho y rehecho sistemáticamente por el viejo partido de Estado. La meta es encontrar a 100 mil tejedoras de la patria. Para ser considerada como una tejedora de la patria deberán cumplir con cinco requisitos:

1) registrarse, 2) recibir la Cartilla de Derechos de las Mujeres, 3) invitar a otras cinco mujeres para formar parte de la red, 4) informar en su comunidad sobre los servicios y programas existentes para las mujeres, y 5) reunirse con su red para compartir sus experiencias y saberes. La convocatoria es nacional, permanente, pública y voluntaria.

A las feministas ilustradas les dio la modificación al Artículo 4º. Constitucional, con la creación de la Secretaría de las Mujeres a cambio de la reestructuración de la política para enfrentar la violencia contra las mujeres, sin planes ni financiamiento.

Para difundir los derechos se elaboró la Cartilla de Derechos de las Mujeres, cuyo contenido son los derechos constitucionales para las mujeres, la defensa del maíz y las reformas que reconocen los derechos de mujeres indígenas y afromexicanas. También, hizo cambios administrativos en la línea de austeridad, con el objetivo de tener recursos para su política de bienestar y becas o estancias infantiles públicas y apenas el 1% acude a las  privadas. El 96% restante recibe cuidados de sus madres, padres, abuelas o algún otro pariente.

Comparativamente en 1936, el gobierno del general  Lázaro Cárdenas del Río creó, solo en el antiguo Distrito Federal, 50 guarderías o estancias infantiles; Luis Echeverría Álvarez decretó que el IMSS construyera las guarderías para todas las trabajadoras formales.

Respecto a violencia contra las mujeres –ahora programa de la Secretaría de las Mujeres–, se crearán – algunos ya funcionan– los Centros Libre para Mujeres: Libertad, Igualdad, Bienestar, Redes, Emancipación para las mujeres; que ofrecerán redes comunitarias, cambio cultural y promoción, prevención de las violencias, asesoría psicoemocional y asesoría jurídica. Para esto se destinarán 754 millones 538 mil 872 pesos de inversión para 2025. Se prevé la creación 678 Centros Libre. Con base en el estilo de la presidenta, el programa iniciará con más de 300 asambleas en 300 municipios (de los más de  2 mil cuyo presupuesto no alcanza a cubrir otras y grandes necesidades en salud, empleo y educación.

Su conocido mensaje “tiempo de mujeres”, frases vacías e individualistas, comunican que las: “mujeres pueden llegar y hacer todo lo que quieran, hasta ser presidentas de la república”.

Estamos ante una ofensiva antifeminista muy fuerte, tanto internacional como nacionalmente, expresada de diferentes formas, como la austeridad  del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, cuando proyectos para fortalecer y generar políticas de género desaparecieron de la noche a la mañana. Además, ante la política del borrado de las mujeres, muchos derechos están en peligro; se desarticularon las categorías de hombres y mujeres,  biológicamente hablando y estos conceptos, y sus argumentos se tergiversan.  Alma Oceguera Rodríguez

Centro rector: Política de Bienestar

La política de género de la presente administración federal está centrada en lo que se llama Política de Bienestar.

En 2025, dicha política se traduce en apoyos monetarios, a los que no se podrá acceder si ya se otorgaron en años fiscales anteriores o pertenezcan a otro programa de transferencias. Éstos son: la Pensión Mujeres Bienestar, que ofrece un apoyo económico bimestral de 3,000 pesos a mujeres de 60 a 64 años, con prioridad para las de 63 y 64 años. También se da apoyo a Madres Solteras Trabajadoras Bienestar, con un apoyo económico de 1,650 pesos bimestrales por cada niño o niña de hasta 4 años, y 3,720 pesos por bimestre para niños o niñas con discapacidad de hasta 6 años.

Es importante mencionar que las transferencias a mujeres, en específico, iniciaron durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988- 2004) con el Programa Mujeres en Solidaridad.

Otro eje son las guarderías en México para superar que, de cada 100 mujeres, 49 no tienen acceso a la seguridad social y 37 carecen de servicios de salud, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), que así lo enmarcó. En todo el  sexenio, anunció, se construirán 200 Centros Infantiles a cargo del IMSS, cuando en México solo el 3% de los menores de entre cero y seis años asisten a guarderías  quinientos, (apenas el 10%) .Presentan mayor violencia física contra las mujeres.

 La idea, a mediano plazo, es duplicar el número de asambleas y los municipios. Estos Centros son muy parecidos a los espacios que creó el gobierno capitalino de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, o los Centros de Mujeres del gobierno de  Vicente Fox, o los Puntos Violeta del gobierno de Enrique Peña Nieto. Seguramente muchos de éstos todavía existen, a pesar de la austeridad desde 2018,  es decir un cambio de nomenclatura a una política ya conocida y experimentada.

Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas. Foto: Gobierno de la República.

 Esta política fue revisada por el  Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF) y fue evaluada positivamente, sin ser la política integral que se necesita, pues la violencia contra las mujeres, lejos de disminuir, crece.

Los oprobios: disminución brutal del presupuesto  en el Anexo 13 que dejó de ser para la Igualdad de las Mujeres, los 9 programas prioritarios del gobierno federal sin igualdad ni género. A lo que se suma la acéfala Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. Leticia Burgos

La realidad del presupuesto

El presupuesto es la clave para transversalizar la perspectiva de género feminista, pero en el primer año de gobierno de la presidenta, los recursos etiquetados en el Anexo 13 para la igualdad entre hombres y mujeres, quedó rezagado, tal como sucedió en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.

De un gasto público de 9.3 billones de pesos para 2025 solo el 0.17% del presupuesto es para las mujeres o tiene una orientación de género. Sin embargo, se dice que los planes de ayuda social implementados para las mujeres son: la Pensión Mujeres Bienestar, la Beca Universal de Educación Básica “Rita Cetina Gutiérrez” y la estrategia Salud Casa por Casa. En su primer año de gobierno se repite el vaciado del Anexo 13.

Este Anexo 13, incluía  aquellos programas que contribuyen a lograr la igualdad entre hombres y mujeres, tendrá un presupuesto de 479 mil millones de pesos, lo que significa un máximo histórico, pero 89% de ese total corresponde a 13 programas sociales que no distinguen a hombres y mujeres y que se pensaron exclusivos para cerrar la brecha de género. En este Anexo 13, legalizado en la ley de presupuesto, se han colocado, por ejemplo, el programa de Fertilizantes, que consiste en la entrega de dicho insumo a productores de todo el país, y que tiene  5 mil 137 millones de pesos etiquetados; también está Precios de Garantía y Producción para el Bienestar, con 3 mil y 5 mil millones de pesos, respectivamente. En estos tres programas, a cargo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, los beneficiarios son hombres y mujeres sin distingo.

El Anexo 13 surgió como una demanda de las mujeres para asegurar que en el presupuesto existiera financiamiento para las acciones encaminadas a cerrar la brecha de género, pero los números en el presupuesto nos dicen otra cosa, por ejemplo, un programa que busca disminuir la muerte materna y proveer métodos anticonceptivos, apenas tendrá 2 mil 405 millones de pesos; en contraste, el programa Sembrando Vida, tendrá cinco veces más, con un presupuesto de 12 mil 512 millones de pesos.

El Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF), cuyo destino se desconoce puesto que fue liquidado en la Secretaría de Gobernación, atendió, en el pasado, a mujeres de todas las entidades del país con programas de prevención de violencia. Para el Programa de Apoyo para Refugios Especializados para Mujeres Víctimas de Violencia de Género, sus hijas e hijos, tendrá únicamente 484 millones de pesos, 3 millones menos que el anunciado, pero no en el presupuesto para los Centros Libre.

De estos dos programas que sí atienden problemáticas exclusivamente de mujeres, significan el 0.17% del presupuesto de género. Oficialmente la atención a la salud “Está garantizada” con el IMSSBienestar, el IMSS  (Instituto Mexicano del Seguro Social), y el ISSSTE (Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado).

* Es periodista y feminista. Editora en género de la Organización Editorial Mexicana (OEM); directora general del Servicio de Noticias de la Mujer de América Latina y El Caribe (SEMlac) y del Portal SemMéxico. Integrante del Consejo Editorial de Cuadernos Feministas.

[1] . Frase tomada de la magistrada Mary Carmen Alanís Figueroa, que fue dicha en el III Coloquio Internacional de Feminismo y Ciencia Política: “Democracia y representación política”, UNAM, 11 de marzo 2025, difundido en sus redes sociales

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